Pandemia: dos cuentos chinos y tres modelos a seguir

Un ladrón entró a una casa de noche, para robarse una enorme y valiosa campana de plata. Al ir saliendo y atravesar el jardín, la campana cayó de sus manos y empezó a rebotar en los escalones de piedra por donde iba, haciendo un gran alboroto. El ladrón, en pánico, se tapó los oídos.

MORALEJA: el que tú no lo oigas no significa que los demás no lo oyen.

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El rey le pidió a Sun Tzu que demostrara sus habilidades de liderazgo militar. Éste aceptó e hizo traer a todas las concubinas del rey a la plaza del palacio, donde las organizó en dos grandes grupos y puso a la cabeza de ellos a las dos concubinas favoritas del rey. Teniéndolas en formación, gritó, “¡Flanco derecho! ¡Flanco izquierdo! ¡Avancen!”

Las concubinas se pusieron a reír.

Sun Tzu dijo al rey, “El general da órdenes que no se entienden, porque no han sido explicadas. Esto es culpa del general.” Entonces, fue con las concubinas y les explicó las órdenes que había dado, preguntándoles si habían entendido; todas asintieron.

De nuevo, Sun Tzu, gritó, “¡Flanco derecho!” pero las concubinas volvieron a reír. Él dijo al rey, “Las instrucciones se han entendido y se han dado con claridad, pero los soldados no obedecen; esto es culpa de los oficiales.” Antes de que el rey pudiera reaccionar, Sun Tzu ordenó ejecutar a las dos concubinas y puso en su lugar a otras dos. Les preguntó si entendían las órdenes, a lo que asintieron. Sun Tzu empezó de nuevo, “¡Flanco derecho! ¡Flanco izquierdo! ¡Avancen!” y las dos compañías se movieron como un cuerpo de soldados experimentado.

Sun Tzu dijo al rey, “Los soldados están listos para tus órdenes, así les pidas atravesar ríos o cortinas de fuego.” Pero el rey se retiró a sus aposentos, deprimido por la pérdida de sus concubinas favoritas.

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Vamos a decirlo con claridad, ante la pandemia de coronavirus, hay sólo 3 modelos que hemos visto aplicar, con algunas variantes. Los llamaré Modelo Chino, Modelo Coreano y Modelo Italiano y los definiré de esta forma, necesariamente sobre-simplificada:

El Modelo Chino es el de la inmovilización del virus por medio de una cuarentena drástica. Se aplicaron además pruebas masivas de detección, pero el foco fue la inmovilización del virus, ya que la respuesta temprana había estado plagada de negligencias que habían causado dispersión a todo el país. Con mucho sufrimiento económico, se consiguió frenar la epidemia en pocas semanas.

El Modelo Coreano (aplicado también en Taiwan, Singapur e Israel) consistió en un reconocimiento inmediato del problema y una respuesta ultrarrápida, incluyendo pruebas masivas, restricción de movimiento pero no al nivel de China, identificación de focos de infección primarios y tratamiento focalizado. El éxito ha sido espectacular ya que se contuvo la explosión y no hubo fallas sistémicas.

El Modelo Europeo (básicamente en toda Europa y EEUU) fue de esperar, no tomar medidas de preparación sanitaria y en general desperdiciar muchísimo tiempo tomando acciones correctas pero muy espaciadas, hasta que la epidemia explotó en sus territorios y en varios se está saliendo de control. Las medidas del modelo chino y coreano se aplican tarde pero no al mismo tiempo.

China advirtió de que el Covid-19 es “por lo menos 10 veces peor que el SARS” al día siguiente del cierre de Wuhan, el 24 de enero. El 23 de febrero se publicó un artículo rogando al mundo que actuaran con prontitud, y que pusieran la salud por encima de consideraciones económicas, a riesgo de tener que pagar luego un precio más alto.

Tomemos el caso paradigmático de Italia, que se puso en alerta con 100 casos, cerrando universidades en febrero 23 y cancelando el Carnaval de Venecia al día siguiente; pero no hizo cuarentena y el 4 de marzo tenía ya 2500 casos. Hasta el 8 de marzo inició un acordonamiento de una parte del norte, contando 5000 casos.

El 9 de marzo tanto Italia como Corea del Sur superaron la barrera de los 7000 casos por dos razones muy diferentes: la primera por seguir sin aplicar restricciones de movilidad y la segunda por dos eventos masivos que no pudieron evitar. Sin embargo, las medidas extraordinarias de Corea hicieron que en ese mismo momento estuviera ya llegando a su pico de infección diaria, mientras que Italia continuó su crecimiento dos semanas más, hasta el 22 de marzo. Con poblaciones similares (Corea 50 M; Italia, 60 M), un país se estabilizó en 9000 casos y el otro ya rebasó 70,000.

Vamos a dejar esto en claro: LA ESTRATEGIA COREANA YA NO ESTÁ SOBRE LA MESA. Se basó en reconocimiento inmediato del problema, en un liderazgo que entró en funciones desde el principio y en una respuesta focalizada, disciplinada, y ultrarrápida.

Quedan las otras dos opciones, con variaciones. Y el reloj sólo va en un sentido.