sábado, 21 de septiembre de 2019

Una encuesta dolorosa: abramos los ojos


Una encuesta más, pero esta es la peor encuesta de la historia del universo. No le voy a mentir, amable lector, yo esperaba un resultado muy diferente y pensaba usarlo para probar un punto muy distinto del que voy a mencionar.
Sin preámbulos.
La pregunta era para mexicanos, que hoy estamos viviendo un ambiente de polarización social de “ellos contra nosotros” igual que en EEUU y otros países: patriotas contra vendepatrias en general. Y ambas definiciones son muy dúctiles: las define quien está en el poder y el “vendepatrias” puede ser alguien que esté a favor de la libre empresa, o los migrantes, o la integración. La verdad es que da lo mismo.
En México, los bandos han sido definidos como “fifís” y “chairos”; para esta discusión no vale ni la pena intentar definirlos, es simplemente una más de las manifestaciones de ese “ellos contra nosotros” virulento, que está recorriendo cada vez más países. En México, la retórica en redes sociales se ha hecho nefasta entre ambos “bandos” creados.
Para fines de esta discusión, pongamos que son X y Y. Lo que hicimos fue ponerlos en la situación más extrema posible: vida o muerte, en la esperanza de que esa situación muestre y borre lo artificial de la división.
La pregunta, entonces, estaba formulada así:
Tú eres X y ves a Y atrapado bajo los escombros tras un terremoto. ¿Qué haces?:
-          Claro que lo salvas
-          Te la piensas y lo salvas
-          Te la piensas y lo abandonas
-          Claro que lo abandonas

No hay doblez en la pregunta, y la respuesta debería (¡debería!) ser una decisión facilísima. Pero he aquí las respuestas, con la participación más alta que he tenido (6000+):

Honestamente, lo que yo esperaba era un 98% de “Lo salvas” y un 2% ó quizá hasta 4-5% de trolls y gente haciéndose la graciosa.
De hecho, supongo que un porcentaje importante de quienes contestaron el “Claro que lo abandonas” deben haber troleado, o bien contestado de forma humorística/exagerada.
Pero eso aún deja un porcentaje inaceptablemente alto.
Otra cosa: los comentarios fueron también muy numerosos (200+) y empezaron a ser abiertamente hostiles a la idea de “Abandonar” desde que la encuesta iba en 600 participantes. Aún así, la tendencia de votación se hizo clara desde un principio y nunca cambió.
La intención era ésta: yo pensaba que dando un obvio resultado muy favorable (95% +), mi punto iba a ser: 
¿ya ven? Prácticamente todos estamos de acuerdo en que nuestra retórica es exagerada, al final del día nos ayudaríamos.
Pero la gente que contestó inequívocamente “Salvar”, o sea la opción 1, fue un sorprendente y bajísimo 74%.
¿Y ahora qué digo?
Pues bien, voy a suponer primero (y creo que es obvio) que hubo un porcentaje alto de trolls en la opción 4 y que realmente la gran mayoría del resto contestaron con las tripas: parte del ambiente de crispación existente. Y además vamos a decir que en realidad, ante esa situación extrema, es lo mejor de nosotros lo que aflora y que no uno, sino docenas y cientos de personas alrededor, haríamos lo correcto. Esto no es mera hipótesis, porque ya lo hemos hecho antes tras los terribles temblores de 1985 y en 2017, y en otras muchas ocasiones en las que la tragedia nos hace a todos iguales.

Lo que muestra esta encuesta...

...es que el enojo está ahí, es real y nos hace decir cosas extremas. Serenémonos, somos mejores que eso. Hace unos días una persona hizo una declaración de este tipo, pero a mi ver, mucho menos fuerte que el “No salvar” porque lo suyo fue a todas luces una exageración: un “ojalá los parta un rayo” que es tan común que es una frase idiomática. A esa persona la lincharon en las redes, pero ¿qué pasa entonces con estas otras expresiones de enojo?
Repitamos: no son reales, en el sentido de que difícilmente alguien en efecto se atrevería a arrojarle una bomba a una multitud, o dejaría morir a alguien pudiendo ayudarle. Pero son reales en el sentido de que la frustración que las causa es real.
Debemos entonces controlar esa frustración, que no desemboque primero en la normalización de la violencia verbal y más tarde, ya normalizada, en violencia real. Sobre todo si estamos hablando de que es por el solo hecho de no compartir ideología.
No tenemos margen de error. La historia está llena de casos en donde las pasiones se desbocan; nunca acaban bien.
Cierro con una bellísima reflexión de Sultan Bin Salman Al-Saud, astronauta saudí, al relatar su experiencia en el espacio con astronautas de otras nacionalidades:
El primer día todos apuntábamos a nuestros respectivos países; el tercer o cuarto día, apuntábamos a nuestros continentes; pero para el quinto día no veíamos más que un solo planeta Tierra.

Demos un paso atrás para darle la justa perspectiva a las cosas.




VIDEO DEL DÍA
Voy a dejar esto aquí:

   Happiness is helping others



2 comentarios:

  1. El mundo es tan diverso.. no me extraña ese porcentaje, a la gente le pasan cosas y claramente veo ese porcentaje de respuesta,quiza hasta lo veo sobrado de la gente q salvaría con o sin terremoto.
    Interesante el dato!!!! Me gusto

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  2. Nos hemos vuelto cada vez más indolentes y duros, estamos perdiendo nuestra humanidad, el rompimiento de nuestra sociedad está causando que nos dejemos de ver cómo personas. Es triste, porque esto va a ser más normal conforme el tiempo pase.

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