Una motivación invaluable

Para F.

Quienes me leen sabrán que mi bandera es la promoción de la ciencia y la educación, y que seguido machaco con los hashtags #CienciaParaTodos y #RecursosParaLaCiencia.

Es nuestra acumulación de conocimiento a través de milenios, y nuestro uso cada vez más estructurado de él, lo que nos ha permitido salir de las cavernas, comer mejor, vencer enfermedades y poner un pie en el espacio. Es lo más valioso que tenemos: nuestro esfuerzo conjunto por cooperar y saber.

Todo eso, quizá, puede parecer muy general a veces. Pocos de nosotros hacemos caminatas espaciales o apreciamos la belleza de alguien que resuelve un teorema que tiene 200 años rompiéndole la cabeza a todos los matemáticos del mundo.

Por eso es importante verlo en nosotros, en la mejoría de nuestras vidas, y en lo que nos falta de recorrer. Ayer conversaba con alguien en redes, alguien a quien aprecio mucho pero, como es común en nuestros días, alguien a quien nunca he visto de carne y hueso. La conversación derivó hacia el tema de salud y enfermedad, y ella me confió que padece una enfermedad crónico-degenerativa que disminuye mucho la calidad de vida y para la que se deben tomar medicamentos de forma constante. Lo peor de todo es que su hija la padece también.

A mí se me hizo un nudo en la garganta y no supe qué decir, más allá de “lo siento mucho.” Su respuesta literal fue como sigue:

No es necesario decir nada, solo sigue promoviendo el apoyo a la ciencia, para que tal vez, personas como mi hija, tengan un mejor futuro

Todos juntos somos mejores. Todos juntos podemos encontrar soluciones más rápido y compartirlas. Para que ellos vayan más lejos.

Gracias, F.