jueves, 30 de enero de 2020

El precio del deber


“No te preocupes, cariño, aquí está mamá con tus tías, y aquí vamos a pasar el Año Nuevo.”
Desde Hospital de Wuhan.

Crisis de coronavirus en China, enero de 2020.
En estas fotos están de más mis comentarios, así que me limitaré a describirlas y a traducir la información original.

Dr. Dong Zhongqi, 86 años. Pediatra del Wuhan Children Hospital. Cuando supo que la ciudad entera iba a cerrarse para la cuarentena, se negó a irse a pesar de estar en silla de ruedas. Su comentario fue, “Toda mi vida he vivido para mis pacientes, no es tiempo de cambiar de opinión.”

Enfermeras en el Sixth People´s Hospital de Dalian, enviando mensajes:
“Sé que mi familia está probablemente preocupada, por favor no se angustien, estaré bien. Con nuestro trabajo en equipo le ganaremos a esta enfermedad.”
“Todos vamos a estar en casa muy pronto, mi cielo.”
“Papás: salud para ustedes, el trabajo va bien.”

Doctor de Wuhan probablemente infectado, aislado en su cuarto mientras su madre de 80 años le lleva la cena de Año Nuevo y le dice que se cuide.


No le avisé a Ming Chang que ofrecería de voluntaria, no pensé que fuera necesario; hay frentes de batalla en todas partes.
La Influenza Española de 1918 mató a millones de personas. Años después nos dimos cuenta que la razón no fue solamente el virus que la causó, sino el pánico que llevó a tanta gente a los hospitales. Los virus de las vías respiratorias no son los primeros en afectarnos ni serán los últimos, no hay razón para entrar en pánico; los médicos en el siglo 21 tenemos mucho más conocimiento y experiencia que quienes nos antecedieron.
No se puede sobrevivir en un campo de batalla donde el enemigo es invisible, de modo que voy a la sala de observación en donde podemos monitorear a los pacientes y realizar los exámenes para darlos de alta. Espero así poder quitar presión a los otros doctores y tratar de que el ritmo sea más fluido para que el hospital tenga más espacio disponible.

-- Profra. Zhang, Departamento de Enfermedades Respiratorias y Medicina Crítica, Hospital Popular de Wuhan

Doctoras y enfermeras cortando su cabello para sudar menos dentro de los trajes antivirales que tienen que usar prácticamente todo el día.


Somos el mismo equipo que estuvo en el brote de SARS en 2003, y estamos de nuevo aquí 17 años después.  En aquel año logramos que nadie de nuestro equipo se infectara y derrotamos aquella infección; sentimos que es nuestro deber volver y luchar con este nuevo virus. Con esta carta expresamos que estamos listos para recibir nuestras órdenes e ir a cualquier frente que se nos pida. Si hay una batalla, iremos y la ganaremos.

-- First Army University, Equipo de Cuidados contra el SARS del Hospital Xiaotangshen

 Dra. Ao Zhongfang, 92 años.
“En la medicina también somos soldados; si morimos en el campo de batalla, es lo justo.”

  

3 comentarios:

  1. Agradece en nombre de la humanidad el esfuerzo que hacen para contener el virus.
    Gracias por compartir.

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  2. Cuídate mucho, 老板 y que todo mejore. Saludos a tu esposa y a la pequeña Alicia

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