martes, 30 de abril de 2013

RE: FWD: Einstein, Gandhi y el Filósofo de Güemes


El otro día, como nos pasa seguido a muchos de los que usamos internet diariamente y en especial redes sociales, me llegó ese poster de arriba de los que genéricamente se llaman "motivacionales".

Un ejemplo perfecto de una práctica muy extendida en internet. Esa frase no es de Einstein, sino de Baltasar Gracián, un jesuita español del s. XVII que por cierto también dijo que “Saber y saberlo demostrar, es valer dos veces.”

Einstein no es el único nombre que se le pone a cuanta frase se publica en muros virtuales. Otros sellos de garantía son la Madre Teresa, Gandhi, o ya de plano el "proverbio chino", porque ya sabemos que los chinos para todo tienen un dicho. Pero no solamente se usan esas autoridades para poner alguna cita que alguien se encontró por ahí y no supo de quién era, sino para firmar cualquier ocurrencia pintada en alguna barda y darle caché. Es como poner una foto de Sean Connery para anunciar Aguardiente de Don Bucho. 

Es comprensible que en estos tiempos en que la gente habla en exabruptos de 140 caracteres (yo también lo hago), todo mundo quiera decir algo significativo, y lo más fácil para eso es repetir algo inteligente que alguien más ya dijo. Todo eso está muy bien, pero por lo menos habría que hacer el esfuerzo de hacer bien la cita citable, como nos decía el Selecciones. Si toda la vida ha sido una habilidad deseable y muestra de cultura el citar correctamente una frase que venga a cuento en la conversación, ¿porqué justamente hoy que tenemos toda la información a un click de distancia, tendríamos que empezar a hacer revoltijos y a degradar el conocimiento en vez de aprovecharlo?

La persona que puso ese poster me contestó que bueno, OK es de Gracián, pero la frase de todas formas hace un punto válido, y que me deje de ser quisquilloso. Y LOL ó algo así. Ó WTF. Ya saben.

La frase es válida, como lo son muchísimas de esas frases  de autor cada vez más incierto, que flotan de muro en muro y de tuit en retuit, como un teléfono descompuesto futurista, captando la atención de los internautas por diez segundos antes de pasar a la siguiente imagen de un gato con mala gramática ó el meme de la semana. La idea nutre y ¿cuál es el daño? 

Pero digo yo: daño así lo que se dice daño, no hay mucho que digamos si es que no nos gusta la historia y el contexto de las cosas, pero aunque el estómago de todas formas pueda hacer su trabajo, ¿por qué en aras de la sola digestión deberíamos echar a perder el gusto? ¿Por qué ignorar la cultura y el correcto discernimiento de la forma en que el hombre ha ido construyendo frases ideas a lo largo de la historia y de la geografía? No ponemos salchichas y plátanos en la licuadora, y tampoco deberíamos terminar diciendo (o posteando) cosas como: 

Un ejemplo extremo me llegó a mi correo el otro día: un archivo de esos multimedia hechos en PowerPoint, con 100 frases 100, del Filósofo de Güemes. El Filósofo es un personaje mitad mítico, mitad basado en dos ó tres residentes de Tamaulipas en el s. XIX, famosos por sus dichos entre agudos, irónicos y desparpajados, lo que llamamos "sabiduría de pueblo". Pero este archivo de 100 frases, de plano quiso hacer de su autoría cosas de lo más disímbolas, desde proverbios budistas hasta chistes políticos y frases obviamente contemporáneas. Puse la clasificación de estas frases con algunas fuentes originales en este archivo, como muestra de esta moderna terquedad por no saber ni querer saber:


Por otro lado me parece revelador que cuando usamos la frase "Filosofía China", se piensa en Confucio ó Lao Tse; si decimos "los griegos" hablamos de Sócrates, Platón, Aristóteles y muchos otros; si mencionamos a los Filósofos Alemanes, vienen a la mente los nombres de Kant, Heidegger ó Nietzche. Pero si usamos la frase "filosofía mexicana"… bueno, um. Pues la verdad es que por lo general no pensamos en ni intentamos implicar a Antonio Caso, Gabino Barreda o José Vasconcelos, sino… al tipo de expresiones que asociamos con el de Güemes.






VIDEO DEL DÍA


La Pantera Rosa es la mejor caricatura de todas (hasta antes de que sacrílegamente la hicieran hablar). Está más allá del bien y del mal. Una mezcla de la creatividad del cine mudo con el surrealismo de los sesentas, y aderezada con excelentes bandas sonoras de jazz. He aquí un capítulo muy disfrutable de 1969, genial por su acción sin pausa y una musicalización impecable de Doug Goodwin, basado como siempre en el tema de Henry Mancini:

lunes, 29 de abril de 2013

Bombas en Boston y el Debate de la Tortura

24, Fox

El escándalo de la prisión de Abu Ghraib (2003-2004) en Iraq y la divulgación del programa eufemísticamete llamado ‘Rendition’ pero que era - para decirlo claro - un outsourcing de tortura, desató en EUA un debate que sigue siendo acalorado y con defensores de ambos bandos. Con los más recientes hechos de las bombas en Boston, ha tomado nuevos bríos a partir de una bárbara declaración de Greg Ball, que es senador por el estado de NY y que al saber que se había capturado a uno de los dos responsables, para asombro de propios y extraños tuiteó sin rubores:



El infeliz #2 está bajo custodia. ¿Quién no usaría la tortura en este vago, para salvar vidas?

Ooook. ¿Quién, en efecto?  Y digo yo, además de la tortura o no tortura, me irrita la hipocresía. Yo diría, ¡QUE SE TORTURE! ¡Claro que sí! Esto es lo que debería de declarar EUA para dejar descansar esta discusión:

“Estamos a favor de torturar gente. No nos importa si firmamos la Convención de Ginebra, nosotros estamos por encima de todas las convenciones. Creemos firmemente que la tortura da buenos resultados y la vamos a usar cuando lo creamos conveniente, con cualquier prisionero que según nuestros criterios represente un peligro.”

Así de claro. Y dejar de decir estupideces como ‘métodos mejorados de interrogación’ para referirse al waterboarding. Díganlo por su nombre: es tortura y la aceptamos; pero no insulten la inteligencia del respetable. Y no se queden tampoco con medias tazas, ‘pónganse medievales’ como diría el personaje de Marcellus Wallace en Pulp Fiction: saquen las tenazas herrumbradas y las brasas, porque si se va a hacer algo hay que hacerlo bien. 

¡SÍ A LA TORTURA!  Con todas las letras. Peeero, yo añadiría también una pequeña aclaración que debería de incluirse al calce: 

“Además, una nota a todos los gobiernos del mundo: todo ciudadano o soldado estadounidense está consciente de que, en caso de que sean capturados en el extranjero y se les considere peligrosos por algún motivo, podrán ser sujetos a estos mismos métodos de interrogación. We are cool with that, too.”

Digo, para ser justos. O todos coludos o todos rabones. Si los métodos descritos son aceptables, entonces todo soldado capturado, y hasta los excursionstas que se perdieron en Irán en 2009 o las reporteras detenidas en el mismo año en Corea del Norte (a las que tuvo que ir a rescatar personalmente Bill Clinton) podrían esperar tales tratos sin que su gobierno chistara, si según los gobiernos locales cumplen los requisitos de representar un peligro inminente. Este falso argumento de ‘la bomba de tiempo’, al estilo de Jack Bauer (que por cierto popularizó ese escenario de forma muy oportuna en la serie 24) y de otros cuantos cientos de propaganda películas es el más frecuentemente usado para justificar el uso de la tortura: se necesita la información y se necesita YA, porque la bomba va a explotar. 

Desde luego, una declaración como la que propongo nunca va a darse ni por error, y mucho menos la aclaración de que todo ciudadano de cualquier país tiene el mismo valor. Es uno de los problemas de tener una ideología que está basada en la creencia de que todo lo que se hace como nación es parangón de moralidad (In God We Trust, God Bless America!) y hacer de toda discusión una cruzada del bien contra el mal. Obvio, una declaración así no puede pasar porque es totalmente antidiplomática y contraria al sentido común, pero además por esa necesidad de  having their cake and eating it too’ , o en español: querer chiflar y comer pinole. Querer actuar con los preceptos de Maquiavelo pero mantener la imagen de superioridad moral que les es tan cara.

En México, que no hace alarde de tales purezas, sabemos más de cerca de estas prácticas y, desde la palabra ‘tehuacanazo’ que pasó a nuestro léxico en los 70s, hasta los tristemente famosos chistes de judiciales que hacen que un burro confiese que es conejo, sabemos que si torturamos al Papa quizá podríamos obtener una lista de pederastas, pero de forma más realista, también podríamos obtener su declaración firmada y sellada, de que come fetos humanos a la luz de la luna y los adereza con vinagreta y salsa Búfalo.


VIDEO DEL DÍA


Los Miserables es una obra que no necesita presentación, y está llena de personajes y escenas memorables que la han hecho justamente inmortal. Aquí está - desde mi punto de vista - la escena más poderosa de la historia. Valjean, ese eterno fugitivo, tiene a su merced al obsesionado policía Javert, quien lo ha perseguido y despreciado por décadas, y decide su suerte final con un cuchillo. De la versión cinematográfica de 1979: