Richard Williams, via The Viewers Commentary
Si no tiene nada que hacer esta noche, dése hora y media de tiempo, saque
sus antojos favoritos, y prepárese a ver una de las mejores películas animadas
de la historia: una obra maestra que desgraciadamente ha quedado en el olvido
por muchas razones, algunas de las cuales mencionaré aquí.
"El Ladrón y El Zapatero" (The
Thief and The Cobbler) tiene un récord
poco envidiable, ya que es una de las películas que más tiempo se han tardado
en etapa de producción: 30 años desde su concepción hasta su —fallida—
finalización.
Fue concebida en 1963 por el visionario cineasta Richard Williams (entre
otras cosas, director de animación de la aclamadísima Rogger Rabbit en 1988), pensando en
realizar "la mejor animación que jamás se haya hecho" y empezando por la
decisión técnica de ejecutarla en 24 imágenes por segundo (en comparación, la
animación tradicional se hacía en 12 ips), lo que le da una fluidez de
movimiento muy superior a otras películas animadas.
Ahora bien, desde que empezó la producción en los 60s, y hasta el final
en 1993, el equipo de Williams animó TODA LA PELÍCULA A MANO, sin usar efectos
digitales ni una sola vez. Esto es un monumento de realización artística y no
se puede comprender cabalmente sino hasta que se ven las escenas que lograron
realizar a lo largo de los años: hay muchas secuencias que un espectador
moderno podría asumir que son animación en 3D realizadas en computadora. Pero
cada efecto —incluso efectos de rotación de paisajes y de ciudades en 3D— fue
creado con dibujo tradicional, con una paciencia y un arte infinitos.
A lo largo de la historia, que sigue las peripecias por separado de un
ladronzuelo y de un pobre zapatero en una especie de Bagdad fantástica, los
animadores presentan florituras en los que demuestran la maestría de su técnica:
desde persecuciones en laberintos, hasta movimientos bellísimos de agua y aire,
las ya mencionadas animaciones en tercera dimensión, y una batalla climática
que deja pasmado a cualquier realizador moderno de efectos en computadora.
Desafortunadamente Williams fue más visionario que disciplinado en la
planeación de su trabajo, y al final debido a presiones de los productores, terminó
perdiendo los derechos de su propia obra, que fue apresuradamente terminada, masacrada
en el cuarto de edición y estrenada en poquísimas salas como un musical estilo
Disney con el título de La Princesa y el Zapatero. Además tuvo la mala
fortuna de presentarse al público el mismo año en que Disney sacó Aladino,
por lo que fue doblemente desairada.
Aunque Williams, dolido, ha querido alejarse para siempre de toda
discusión de esta obra maestra, el cineasta Garrett Gilchrist se dio a la tarea
de reconstruir —con la ayuda de algunos artistas del equipo original que han
aportado material adicional— la visión original de la película y presentarla
al mundo. Esta magnífica (aunque aún incompleta) versión, ha hecho las rondas
en internet desde 2006, ganándose la admiración sin límite de los entusiastas
de la animación tradicional. Hela aquí:
The Recobbled Cut (‘la versión
remendada’):
Muy padre todo Alfonso felicidades!!
ResponderEliminarExcelente Alfonso, como siempre nos abres los ojos y la mente a maravillas existentes y poco conocidas. Una visión muy acertada a mi parecer.
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