Para Jaime M. Quijano Morales
El año pasado vi en el perfil de una amiga
una de las frases que están grabadas en piedra, en las paredes del Museo
Nacional de Antropología e Historia. Hacía mucho que no la veía y se me antojó
leer el resto de las frases y ver de dónde salían, así que hice una búsqueda en
el internet. Y otra, y otra. Busqué de muchas formas. Nada. No encontré ni un
solo sitio (empezando con el del museo) que tuviera toda las frases ordenadas y
comentadas. Así que le hablé a un amigo que vive en la Cd. de México, que fue a
tomarle fotos a las frases para enviármelas, de modo que pudiera investigarlas.
No sé si en el tiempo que ha pasado desde
entonces (8 meses) ya haya algún website que recoja esas gemas dispersas, pero
por lo pronto aquí está mi contribución para que haya por lo menos un lugar
para verlas y saber un poco de sus historias:
1.
¿Solo así he de irme?
¿Como las flores que perecieron?
¿Nada quedará en mi nombre?
¿Nada de mi fama aquí en la tierra?
¡Al menos flores, al menos cantos!
¿Como las flores que perecieron?
¿Nada quedará en mi nombre?
¿Nada de mi fama aquí en la tierra?
¡Al menos flores, al menos cantos!
Cantos de Huejotzingo
Este poema anónimo pertenece a un manuscrito llamado "Cantares
Mexicanos" que fue encontrado en la Biblioteca Nacional de México a principios
del s. XX en una pila de libros olvidados, y está dividido en tres partes:
Texcoco, Chalco y Huejotzingo. No se sabe quién hizo la recopilación de poemas,
aunque se le ha atribuido a los frailes Andrés de Olmos y Bernardino de
Sahagún.
La fugacidad de la vida es un tema favorito
de la poesía nahua, así como las imágenes de las flores y del canto. Ángel
María Garibay (1892-1967), sacerdote y filólogo, tradujo este poema, que a su
ver es "uno de los poemas más hermosos de
cuanto nos llegó de la poesía náhuatl. Es el anhelo humano de dejar algo de sí
mismo al pasar por la tierra, aunque sea solamente de canto y una flor."
2.
Cuando aún era de noche, cuando aún
no había día,
cuando aún no había luz, se reunieron.
Se convocaron los dioses, allá en Teotihuacán.
cuando aún no había luz, se reunieron.
Se convocaron los dioses, allá en Teotihuacán.
Códice Matritense
Los Códices Matritenses (empezados
en 1558) están en la Real Biblioteca de Madrid, y son los borradores que
Bernardino de Sahagún fue haciendo en sus estudios etnográficos, donde recoge
historias antiguas, descripciones de ritos, ilustraciones, etc. y que
culminaron con su Historia General de las Cosas de Nueva España. Se pueden
consultar completos aquí.
3.
Aquí tenochcas, apredenderéis cómo
empezó
la renombrada, la gran ciudad. México-Tenochtitlan.
En medio del agua, en el tular, en el cañaveral, donde vivimos,
donde nacimos nosotros los tenochcas.
la renombrada, la gran ciudad. México-Tenochtitlan.
En medio del agua, en el tular, en el cañaveral, donde vivimos,
donde nacimos nosotros los tenochcas.
Crónica Mexicana
El descendiente de Moctezuma
Xocoyotzin, Hernando de Alvarado Tezozómoc, es autor de esta obra (1598) donde
narra la historia de los mexicas desde la mítica salida de Aztlán, pasando por
la fundación de México-Tenochititlan y la expansión del imperio, hasta el
inicio de la Conquista con la llegada de Cortés. Aquí se puede consultar la
obra completa en su edición de 1878, o descargarla en PDF.
4.
Comenzaban a enseñarles: cómo han de
vivir,
cómo han de respetar a las personas,
cómo se han de entregar a lo conveniente y recto.
Han de evitar lo malo, huyendo con fuerza de la maldad,
la perversión y la avidez.
cómo han de respetar a las personas,
cómo se han de entregar a lo conveniente y recto.
Han de evitar lo malo, huyendo con fuerza de la maldad,
la perversión y la avidez.
5.
Ten cuidado de las cosas de la
tierra: haz algo, corta leña, labra la tierra.
Planta nopales, planta magueyes. Tendrás qué comer, tendrás qué vestir.
Con eso estarás en pie, serás verdadero, con eso andarás.
Con eso se hablará de ti, se te alabará. Con eso te darás a conocer.
Planta nopales, planta magueyes. Tendrás qué comer, tendrás qué vestir.
Con eso estarás en pie, serás verdadero, con eso andarás.
Con eso se hablará de ti, se te alabará. Con eso te darás a conocer.
Huehuetlatolli
Huehuetlatolli significa
literalmente “la palabra de los antiguos” y era la tradición oral de la cultura
azteca, por la cual los viejos y los maestros aconsejaban a los jóvenes. Los
dos frailes ya mencionados, Andrés de Olmos y Bernardino de Sahagún, se
dedicaron también a la recopilación de esta pedagogía de la moral, la religión
y las costumbres de los pueblos nahuas. Aquí se pueden ver otros ejemplos de
estos dichos.
6.
En tanto que pemanezca el mundo,
no acabará la fama y la gloria de México-Tenochtitlan.
no acabará la fama y la gloria de México-Tenochtitlan.
Memoriales de Culhuacán.
Los Memoriales de Culhuacán, del historiador
nahua con el kilométrico nombre de Domingo Francisco de San Antón Muñón Chimalpahin
Cuauhtlehuanitzin (1579-1660), es una relación en náhuatl y español de la
historia de una ciudad chichimeca, a partir del año 670. La obra fue editada
por la UNAM en 1991 y se puede consultar en forma parcial aquí.
7.
¡Que aclare!
¡Que amanezca en el cielo y en la tierra!
No habrá gloria ni grandeza hasta que exista la criatura humana:
el Hombre formado.
¡Que amanezca en el cielo y en la tierra!
No habrá gloria ni grandeza hasta que exista la criatura humana:
el Hombre formado.
Popol-Vuh
El Popol Vuh es el libro sagrado de
los quichés de Guatemala, que explica en una mezcla de religión e historia, el
origen del mundo y de la cultura maya, así como sus costumbres y leyendas, pero
probablemente fue escrito después de la Conquista ya que agrega además ideas
cristianas. Se supone que fue escrito alrededor de 1540, pero el texto
‘oficial’ más antiguo es el del religioso dominico Francisco Ximénez, escrito
entre 1700 y 1710.
El pasaje de arriba es del capítulo
1, cuando los dioses están apenas creando el mundo, y dice:
Y los Maestros Gigantes hablaron, así como los
Dominadores, los Poderosos del Cielo. Dijeron entonces a Los de la Suerte, los
de su Formación, a los augures: "Es tiempo de concertarse de nuevo sobre
los signos de nuestro hombre construido, de nuestro hombre formado, como
nuestro sostén, nuestro nutridor, nuestro invocador, nuestro conmemorador.
Comenzad, pues, las Palabras, Abuela, Abuelo, nuestra abuela, nuestro abuelo,
Antiguo Secreto, Antigua Ocultadora. Haced pues que haya germinación, que haya
alba, que seamos invocados, que seamos adorados, que seamos conmemorados, por
el hombre construido, el hombre formado, el hombre maniquí, el hombre moldeado.
Haced que así sea.
8.
Que no caigan en la bajada ni en la
subida del camino.
Que no encuentren obstáculos ni detrás ni delante de ellos,
ni cosa que los golpee.
Concédeles buenos caminos, hermosos caminos planos.
Que no encuentren obstáculos ni detrás ni delante de ellos,
ni cosa que los golpee.
Concédeles buenos caminos, hermosos caminos planos.
Popol-Vuh
Este fragmento es del capítulo 45,
donde se describe cómo los sacerdotes subían al templo a ayunar y pedir a los
dioses por el pueblo:
“¡Dadores de Hijas, de Hijos!
Volveos hacia nosotros, esparcid el verde, el amarillo , dad la vida, la
existencia, a mis hijos, a mi prole. Que sean engendrados, que nazcan vuestros
sostenes, vuestros nutridores, que os invoquen en el camino, en la senda, al
borde de los ríos, en los barrancos, bajo los árboles, bajo los bejucos. Dadles
hijas, hijos. Que no haya desgracia, ni infortunio. Que la mentira no entre
desgarren, que no se quemen. Que no caigan ni hacia arriba del camino, ni hacia
abajo del camino. Que no haya obstáculo, peligro, detrás de ellos, delante de
ellos. Dadles verdes caminos verdes sendas. Que no hagan ni su desgracia ni su
infortunio vuestra potencia, vuestra hechicería. Que sea buena la vida de
vuestros sostenes, de vuestros nutridores, ante vuestras bocas, ante vuestros
rostros, oh Espíritus del Cielo, oh Espíritus de la Tierra, oh Fuerza Envuelta,
oh Pluvioso, Sembrador, Volcán, en el cielo, en la tierra, en los cuatro
ángulos, en las cuatro extremidades. En tanto que exista el alba, en tanto que
exista la tribu, que estén ellos ante vuestras bocas, ante vuestros rostros, oh
dioses”.
9.
Toda luna, todo año, todo día, todo
viento
camina y pasa también.
También toda sangre llega al lugar de su quietud.
camina y pasa también.
También toda sangre llega al lugar de su quietud.
Chilam Balam
El Chilam Balam (‘sacerdote jaguar’,
el nombre del autor semi-legendario) es una colección de relatos mayas escritos
después de la Conquista entre los siglos XVI y XVIII. Son originarios de
Yucatán, y escritos en maya pero con el alfabeto latino. Como el Popol Vuh,
incluye mitos e historia, tradiciones y cultura. El fragmento de arriba es
parte del capítulo 3, "El Final del Tiempo Antiguo"; es una famosa sección llamada "A Castrar al Sol", donde se da una lúgubre
versión de la Conquista:
Porque sabían en ellos mismos la medida de su tiempo.
Toda luna, todo día, todo viento, todo camina y pasa.
Toda sangre conoce un día su quietud o su llenura.
Todo el tiempo está medido, hasta el día que no existe hoy.
Toda luna, todo día, todo viento, todo camina y pasa.
Toda sangre conoce un día su quietud o su llenura.
Todo el tiempo está medido, hasta el día que no existe hoy.
Medida estaba nuestra mañana de sol,
y no lo sabíamos;
Medidas, nuestras risas y nuestro amor.
Todo era bueno entonces: éramos todos saludables;
No había pecado, no había dolor de huesos,
no había santa devoción;
No habían viruelas ni ardor de pecho, ni miedo, ni consunción.
Medidas, nuestras risas y nuestro amor.
Todo era bueno entonces: éramos todos saludables;
No había pecado, no había dolor de huesos,
no había santa devoción;
No habían viruelas ni ardor de pecho, ni miedo, ni consunción.
Pero vinieron los dzules, a
marchitar las flores;
Y para alimentar su propia flor
dañaron y chuparon la flor de otros.
El valor y la vergüenza, ya sin sabiduría, sin divina enseñanza,
Sin sagrado lenguaje, sin buenos sacerdotes, se perdieron.
Y ya todos los hombres fueron tratados como iguales;
esclavos iguales.
Y para alimentar su propia flor
dañaron y chuparon la flor de otros.
El valor y la vergüenza, ya sin sabiduría, sin divina enseñanza,
Sin sagrado lenguaje, sin buenos sacerdotes, se perdieron.
Y ya todos los hombres fueron tratados como iguales;
esclavos iguales.
A castrar al sol, a esto vinieron
los extranjeros.
Y quedaron aquí los hijos de sus hijos,
Y el rencor que nos tienen estos últimos dzules
es que ya no les damos más tributo;
Lo cogen ellos. Pero no se los damos.
Y quedaron aquí los hijos de sus hijos,
Y el rencor que nos tienen estos últimos dzules
es que ya no les damos más tributo;
Lo cogen ellos. Pero no se los damos.
Ese es el gran pecado,
que no hicimos nosotros y que nosotros hoy pagamos.
Si es así, esta tierra volverá a renacer.
Si no, vamos a tener una gran guerra;
Los perros van a hartarse de comer tripas,
gran podredumbre va a reinar
Y montones de hormigas crecerán sobre la tierra.
Obscuro será el katún del sol castrado y,
hasta donde se alcance a ver,
Van a verse los ahorcados.
que no hicimos nosotros y que nosotros hoy pagamos.
Si es así, esta tierra volverá a renacer.
Si no, vamos a tener una gran guerra;
Los perros van a hartarse de comer tripas,
gran podredumbre va a reinar
Y montones de hormigas crecerán sobre la tierra.
Obscuro será el katún del sol castrado y,
hasta donde se alcance a ver,
Van a verse los ahorcados.
La palabra dzul en la tercera
estrofa se usa para denominar a los hombres blancos, los conquistadores, que
dispersaron a la gente maya, llamada itzá.
Alfonso:
ResponderEliminarTe felicito mucho por esta selección de hermosos poemas de nuestros ancestros y las precisiones acerca de su origen.
Desde que visité el Museo Nacional de Antropología dos años después de su inauguración por el presidente López Mateos, impulsor de nuestra mexicanidad con ese hermosísimo museo, me aprendí de memoria el primer trozo de poema que pones en la foto inicial. Me pareció una hermosa manera de expresar los sentimientos de toda una diversificada nación indígena que es nuestra profunda raíz. No creo que se haya podido decir mejor.
Y nadie podría haber hecho este resumen mejor de lo que lo has hecho tú.
Gustavo Leal Benavides.
Gracias por su apreciación, Don Gustavo, ¡es mucho halago!
ResponderEliminarEn efecto todas estas frases y muchas más, muestran la belleza y la profundidad de pensamiento autóctono que existía en la América precolombina y en los años de la Conquista. Es importante darse un poco a la tarea de buscar en ellas para entender los orígenes de nuestras propias sensibilidades.
saludos!
hola primero quisiera decir que me gustan mucho, y la otra, ¿por que están escritos en cada entrada a una sala?
ResponderEliminarHola Fernando, como puse ahí en el blog, me di un poco a la tarea de buscar esta información porque no la hallaba por ningún lado. La pregunta que me haces es, sin embargo, una duda que yo tampoco he podido dilucidar.
Eliminarhola muuuuy buena la informacion me encanto
EliminarMuy buena aportación, en verdad, muchas gracias.
ResponderEliminarEstimado Alfonso: ¡
ResponderEliminarHace tres años tuve la oportunidad de visitar el Museo Nacional de Antropología de México y fotografié (también yo) justamente la estrofa con la que inicias tu recopilación, está que empieza diciendo "¿Sólo así he de irme?" Y acaba con esto tan hermoso de "al menos flores, al menos cantos".
Desde entonces tengo en mi perfil la palabra Huejotzingo. ¡Y qué grata sorpresa tu recopilación de frases!
Gracias pues por recopilar los cantares mexicanos. Y decirte que me ha conmovido leer que están también en el perfil de otra persona. Gracias también por hacer que yo pudiera saberlo.
Un saludo desde España.
Hermoso trabajo de recopilacion Jaime. Muchas gracias por compartirlo.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarIn kexkikauh maniz zemanauak
ResponderEliminaraix poliuiz inin tenyo inin tauka
Mexico Tenochtitlán
Mientras haya tiempo en el mundo
No se dejará de ver, lo afamado y lo grande de México Tenochtitlán.
Chimalpahin
Alfonso, hace varias décadas, sobre una entrada de una de las paredes del Museo de Antropología estaba grabado del un poema de amor en lengua original y traducido al español. Era de amo en el que la autora decía que quería que su amado la amasara, manipulara como la masa en el metate. Hay manera de saber quién lo escribió y dónde puedo encontrar la letra?
ResponderEliminarEs increíble la sabiduría que podemos recoger de esta poesía, es una manera de adentrarnos en la visión que tenían y comprender mucho de nuestros antepasados. Somos dos de las miles y miles de personas que han sido tocadas por estos textos y quiero compartirles una interpretación justamente de ese primer poema que mencionas "Solo así he de irme..." Espero lo disfruten
ResponderEliminarPaola y Marco
Paola y Marco Hola!!! Les compartimos nuestra interpretación sobre este texto "Cantos de Huejotzingo", es una composición de Marco Aurelio Alvírez, quien también toca la guitarra. Les enviamos un abrazo! Paola y Marco
https://www.youtube.com/watch?v=vAGbHT6YMq4
Fantástico, llevo un buen rato tratando de recordar la frase que está en el pabellón azteca, que es gloriosa, y es cierto, no hay nada en internet, buena trabajo!
ResponderEliminarDe entrada un comentario: Revisa el libro Trece poetas del mundo azteca, de Miguel León Portilla. El fragmento del poema que aparece en el museo cuyo verso final dice: "Al menos flores, al menos cantos!" es de Ayocuan Cuetzpalzin, poeta de Tecamachalco. En el libro de León Portilla encontrarás el poema completo. Saludos.
ResponderEliminarCuando visitè Mèxico, fue una de las cosas que me traje en el alma. Ese poema.
ResponderEliminarAlonso ¡Gracias! Esos epígrafes los copié en mi segundo viaje a México y en la segunda visita al museo. Después de salir de las salas, me sentaba en el patio y los descubrí. Fue hace muchísimos años de eso y tengo extraviada la libretica. Google que siempre es un apoyo me llevo hasta tu blog.
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