miércoles, 10 de abril de 2013

Raíces y Ramas





ROOTS AND BRANCHES es el título en inglés de la película china 我的兄弟姊妹 (Wo de xiong di jie mei, 2001) que se traduce literalmente como ‘mis hermanos y hermanas’. Ayer comentaba que la exaltación de la educación es un tema recurrente en la literatura y cine chinos, pero más aún todavía es el amor filial, uno de los fundamentos de la cultura china y consagrado ya desde antes de tiempos de Confucio. Esta película muestra precisamente este valor, y de la forma que le es particular al cine chino: a diferencia de las películas de Hollywood, las historias de drama aquí son más crudas, menos romantizadas y aunque sí llevan moraleja, no necesariamente llevan también final feliz.

La trama de la película sigue la vida de una familia de 2 hermanos y 2 hermanas que pierden a sus padres en un accidente y son obligados a separarse. Aún más de 10 años después de haberla visto (por única vez), se me hace un nudo en la garganta simplemente al recordar una de las escenas de la película: antes de su muerte, el padre de la familia pierde su empleo y la situación se hace cada vez más desesperada, de modo que acepta un trabajo abriendo calles con un zapapico pero no quiere que sus pequeños se enteren de las penurias que está pasando. Un día por casualidad, uno de los niños pasa por una calle donde su padre está trabajando, lleno de suciedad y viéndose como un pordiosero. Es una escena de reconocimiento poderosísima, donde sus miradas se cruzan por algunos segundos y el padre siente el peso del súbito descubrimiento que hace el pequeño. Tras unos momentos - que parecen interminables - de esta tensión, el niño sin decir palabra se acerca a su padre y, tomando un zapapico que está en el suelo, empieza a picar la calle con él. La cámara se aleja de la escena.


De este tipo de historias está llena la literatura china, y de hecho muchos de los libros infantiles clásicos relatan los hechos de los ‘24 Buenos Hijos’: ejemplos de amor filial que la gente ha llegado a reverenciar y a tomar como modelo. De entre ellos, quizá la más famosa sea la historia de ‘Meng Zong y los retoños de bambú’:

Meng Zong vivió durante el periodo de los ‘Tres Reinos’ (200-280), siendo él un habitante del reino sureño de Wu. Siendo un niño pequeño, Meng Zong perdió a su padre y, viviendo sólo con su madre, creció siendo un hijo atento y diligente, que no destendía los consejos ni los deberes, y realizaba todas sus tareas sin demora ni queja.

Un día, siendo su madre una mujer ya entrada en años, cayó seriamente enferma y no podía levantarse de la cama ni comer lo que su hijo preparaba para ella. Tras varios días en esta situación, Meng Zong volvió a urgirla a que comiera, a lo que ella contestó entre delirios de fiebre, “Lo que me haría sentir mejor es una sopa de retoños de bambú, pero desafortunadamente ya es invierno y no hay forma de conseguirla.”

En efecto, el invierno había empezado y fuera de su cabaña no se veía más que un manto blanco de nieve. Meng Zong vio a su madre postrada en la cama y sintió que se le partía el alma de tristeza, de modo que salió y fue al cercano bosque de bambú, se arrodilló en el suelo y con ambas manos empezó a escarbar entre la nieve, buscando esos retoños imposibles de hallar.

Así llevaba ya medio día: sus manos estaban tan ateridas que ya no las sentía y sus ropas estaban empapadas. En este estado miserable y pensando en la anciana postrada en cama, no pudo evitar empezar a llorar. Entonces, de forma inesperada, vio que el lugar donde habían caído sus lágrimas había derretido la nieve y mostrado un hueco en la tierra, donde milagrosamente había escondidos tres retoños de bambú. Transportado de felicidad, los tomó rápidamente y regresó con ellos a su cabaña, donde hizo una sopa que dio a su beber a su madre. La anciana, al probar la sopa empezó a recobrar el color en su rostro y a los pocos días estaba restablecida por completo.

Dice la leyenda que las lágrimas de Meng Zong conmovieron hasta a los seres celestiales, y para recompensar su amor filial, hicieron crecer los retoños en el pequeño hueco que descubrió al derretirse la nieve.


El DVD está disponible en la pestaña ‘VER CINE’, en la subsección ‘Cine de China’. 


1 comentario:

  1. Me encanta esta historia!!!!, ya la habia leido en otra publicacion tuya y me parece entrañable.

    Gracias por compartirla.

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