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| Viejo enseñando a leer a un niño, Antonio de Puga (1602-1648) |
Pocas cosas tan humanas como hacerse viejo y criticar al joven.
Toda persona que llega a los 50 debería de dar una clase de algo, de cualquier cosa, por lo menos una vez, a adolescentes o jóvenes universitarios. La incomprensión generacional es uno de los problemas más típicamente humanos y podría resolverse de esta forma.
Tú puedes creer que sabes más que ellos y seguramente es cierto, pero sólo desde la experiencia en un mundo que poco a poco deja de ser el tuyo.
Ellos tienen ojos nuevos que les permiten ver las cosas de formas que tú no entiendes. Debes hablar con ellos y escucharlos, realmente escucharlos: porque ellos se preguntan cosas que tú ya has dejado de preguntar, a veces por cansancio, a veces sin saber bien a bien por qué.
Hacerse viejo no es opcional, pero hacerse obsoleto sí lo es.
Es cierto, yo no he dejado de tener contacto cercano con las nuevas generaciones, lo maravilloso es que cuándo requieren alguna informacion o piden sugerencias para atomar acciones, me contactan y discutir con personas jovenes me enriquecen, el vocabulario que aprendo es muy bueno, así puedo entender el lenguaje de otros grupos.
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