lunes, 5 de agosto de 2024

Israel y sus voces III: la historia

 

Israel no es una democracia, es una teocracia etno-nacionalista.

-- Oren Yiftachel, profesor de geografía política, Ben Gurion University

(Ethnocracy: Land and Identity Politics in Israel/Palestine; University of Pennsylvania, 2006)

 

En su ensayo Israel’s Descent (junio 2024), Adam Schatz del London Book Review hace dos interesantes referencias a sendos autores que exploran tanto la parte histórico-cultural como la parte de política económica del conflicto en Palestina:

Geoffrey Levin es profesor asistente de Estudios Judíos y de Medio Oriente, en Emory University. En su libro Our Palestine Question: Jewish Dissent 1948-1978, (Yale, 2023) explora la historia temprana de la fundación de Israel. Relata cómo muchos judíos estadounidenses críticos de las políticas de Israel fueron expulsados o relegados de instituciones judías en las primeras décadas tras la formación del estado. Tras la guerra de 1948, sí era común en la prensa judía de EEUU ver opiniones empáticas hacia las desgracias de los refugiados palestinos. Por ejemplo, William Zuckerman, editor de la Jewish Newsletter, escribió en 1950 que “el problema de los refugiados árabes es una cuestión moral más allá de la mera diplomacia. Esa tierra que ahora se llama Israel pertenece a los árabes tanto como a cualquier israelí, pues la han habitado y trabajado durante 1200 años.” Pero al mismo tiempo, las actitudes hacia los árabes en su propia tierra se deterioraban rápidamente debido a los sionistas radicales y sus ánimos de colonización. Don Peretz, del American Jewish Committe, se fue de voluntario junto con un grupo de cuáqueros en una misión humanitaria, y reportó horrorizado que había “actitudes hacia los árabes muy semejantes a las de los racistas americanos.”

Sara Roy es profesora investigadora en el Centro de Estudios de Medio Oriente, en Harvard. Experta en el tema de Gaza e hija de sobrevivientes del Holocausto, describe las acciones de Israel como un “econocidio”. Esto es, “la destrucción masiva de una economía y sus partes constituyentes”, lo cual afirma es una extensión lógica de lo que ha llamado “la política deliberada de des-desarrollo de la zona desde 1967. (The Gaza Strip: The Political Economy of De-development, 2016).

 

Ambos alegatos son parte intrínseca de la historia de esta región y no han cambiado; podemos citar algunos ejemplos recientes, en especial en la parte cultural, todas por supuesto anteriores al más reciente conflicto:

La política racista y de apartheid ha sido denunciada por décadas por muchos y variados observadores, y más recientemente en la organización Breaking the Silence, (nota de 2018) los ex-soldados de las IDF relatan todo tipo de operaciones y abusos que se les ordena cometer.

Hajo Meyer, sobreviviente del Holocausto, dijo en 2014 que lo que él veía era que “Israel usa lenguaje propio de nazis, para referirse a los palestinos.” Y Paul Krugman, el famoso columnista y premio Nobel de Economía judío-estadounidense, escribió en 2012 que “a un grupo que quiere hacer crítica de las políticas de Israel, se le considera de inmediato que es prácticamente antisemita” (The Crisis of Zionism).

La política Shulamit Aloni, fundadora del partido de oposición Ratz y luego figura principal del partido moderado Meretz, fue Secretaria de Educación en  1992-1993. Ella dijo en una entrevista en 2002 que “el alegar antisemitismo contra cualquier crítica es un truco común”. Esta cita se ha mal usado muchas veces, porque el sentido que ella le da es de crítica hacia esa práctica, que de ninguna manera apoya.

Finalmente, dos citas importantes. La primera es de Uri Avnery, periodista judío-alemán, fundador del movimiento de paz Gush Shalom:  “lo que quedará grabado en la conciencia del mundo es la imagen de Israel como un monstruo manchado de sangre, listo para cometer crímenes de guerra y no dispuesto a limitarse por ningún tipo de restricción moral. Esto tendrá severas consecuencias para nuestra posición en el mundo, y es un crimen contra nosotros mismos” (citado por Noam Chomsky en el ensayo Exterminate all the brutes; enero 19, 2009).

La segunda es de Ehud Barak, ex primer ministro de Israel. En 2010 declaró que “mientras aquí exista una sola entidad, sólo hay dos posibilidades: que no sea exclusivamente judía, o que no sea  democrática. Mientras los palestinos no puedan votar en esa entidad, será un estado de apartheid.” (Make Peace with Palestinians or Face Apartheid; The Guardian, feb. 3, 2010).

 

 

 

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