A un viejo chino se le perdió un caballo. Sus vecinos se conmiseraron de
él.
Él contestó, “¿Cómo saben que es algo malo?”
Más tarde, el caballo regresó, y trajo a cinco caballos más con él. Los
vecinos felicitaron al viejo.
Él dijo, “¿Cómo saben que es algo bueno?”
Su hijo, con tantos caballos, empezó a montar muy seguido, y un día cayó
y se rompió una pierna. Los vecinos llegaron a mostrar su tristeza.
El viejo repitió, “¿Cómo saben que es una desgracia?”
Se desató una guerra, y los oficiales llegaron a la aldea a reclutar
jóvenes. Como el hijo estaba con la pierna rota, lo dejaron en paz.
Así son las cosas malas y buenas que nos pasan.
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