jueves, 8 de julio de 2021

La Montaña y la Ardilla

 

Ralph Waldo Emerson (1803-1882) es uno de los más grandes escritores estadounidenses. Pensador brillante y en constante evolución, es primordialmente reconocido por sus ensayos en donde expone la importancia del individualismo y la autodeterminación de la conciencia por sobre los dogmas, y la confianza en uno mismo, todas ellas ideas fundamentales del ideario de su nación. Ha sido llamado “el Montaigne americano” y sus obras influenciaron a infinidad de autores, desde Thoreau y Whitman hasta Nietzsche.

Pero más allá de sus ensayos, Emerson también practicó la poesía y en ella brillan pequeñas joyas que aunque poco conocidas, nos aportan muchos más matices acerca de su pensamiento, traspasado de íntimo amor a la naturaleza y que juega con sus imágenes constantemente.

En el bellísimo The Rhodora,  tiene una breve conversación con una flor silvestre, al tiempo que medita sobre la belleza y el destino:

 

¡Rododendro! Si los sabios te preguntan

Porqué malgastas tus encantos en caminos deshabitados

Contéstales: si Ver es el por qué de nuestros ojos

La Belleza no requiere justificación alguna.

¿Por qué fue que ahí te encontré, oh rival de la rosa?

Nunca lo supe, mas tampoco me asaltó la duda.

En mi simple ignorancia atino a pensar

Que fue la misma Mano la que nos llevó al encuentro.

 

Es una traducción muy rupestre y más bien invito a mi lector a que lea el original en inglés. Me atreví sólo porque no encuentro por ningún lado una versión en español.

En otro poema corto, Fable (Fábula), Emerson hace gala de la inventiva, la agudeza y el humor  que vemos en las fábulas de Esopo o en los poemas de Iriarte y Samaniego:

 

The mountain and the squirrel, / Had a quarrel, /And the former called the latter 'Little Prig'; / Bun replied, / 'You are doubtless very big; /But all sorts of things and weather / Must be taken in together, /To make up a year /And a sphere. / And I think it no disgrace / To occupy my place / If I am not so large as you, /You are not so small as I, /And not half so spry/ I'll not deny you make /A very pretty squirrel track; / Talents differ; all is well and wisely put; / If I cannot carry forests on my back / Neither can you crack a nut.

 

Aquí ni siquiera voy a intentarlo, ya que José Martí nos regaló con una traducción hermosa:

 

La montaña y la ardilla 
tuvieron su querella:
"Váyase usted allá, presumidilla!", 
dijo con furia aquélla; 
a lo que respondió la astuta ardilla:
"Sí que es muy grande usted, muy grande y bella;
mas de todas las cosas y estaciones
hay que poner en junto las porciones, 
para formar, señora vocinglera,
un año y una esfera.
Yo no sé que me ponga nadie tilde 
por ocupar un puesto tan humilde. 
Si no soy yo tamaña 
como usted, mi señora la montaña, 
usted no es tan pequeña 
como yo, ni a gimnástica me enseña. 
Yo negar no imagino 
que es para las ardillas buen camino 
su magnífica falda:
Difieren los talentos a las veces:
Ni yo llevo los bosques a la espalda, 
ni usted puede, señora, cascar nueces".

 

    

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