sábado, 10 de octubre de 2020

Privilegio: la palabra peligrosa

 


Publiqué en Twitter esta frase corta, que al parecer tocó una fibra sensible. Les comparto algo muy interesante de lo que me di cuenta, observando las respuestas.

Muchos estuvieron de acuerdo, pero me interesa más quienes la rechazaron tajantemente, porque la rechazan por un hecho curioso: están proyectando algo que no está en la frase.

Vamos por partes, porque esta cosa en apariencia tan sencilla, es muy ilustrativa de un fenómeno más complejo que estamos viviendo:

 

LO QUE DICE LA FRASE

La frase dice dos cosas:

1. Lograr algo por esfuerzo y lograr algo por privilegio, no es lo mismo.

2. Quien así lo quiere ver, es un mediocre.

La segunda parte es debatible, pero la primera aseveración no debería ser controvertida en absoluto: si acaso, saber que no son excluyentes. Esto es, que alguien con privilegio inicial, también puede esforzarse.

 

LO QUE IMPLICA

Hay una palabra no explícita, pero implicada: el Resultado.

Si hay esfuerzo, hay un resultado, que puede ser exitoso o no. Lo que implica la frase es “al ver a alguien cuyo esfuerzo ha dado fruto, reconócelo como tal.” No dice más.

Es otra forma de decir “honor a quien honor merece”, o “no le escatimes a alguien un éxito resultado de su esfuerzo, diciendo que es resultado de otra cosa.”

Si lo hubiera puesto de esa manera, el tuit hubiera tenido 100 likes. Pero no fue así. Antes de ver por qué, veamos…

 

LO QUE NO DICE LA FRASE

La frase no dice “el esfuerzo es necesariamente coronado por el éxito.” Eso sería ridículo. Tampoco dice “el privilegio (ventajas iniciales) no juega ningún papel en el éxito.”

La frase no dice ni implica de qué tipo de esfuerzo ni de resultado estamos hablando: un niño sacando 10 en su examen de matemáticas es un esfuerzo que ha sido exitoso, y como tal hay que reconocerlo. Alguien que por sus calificaciones obtiene una beca internacional es un caso igual. Un violinista que practica incansablemente su instrumento y es reconocido obteniendo el estatus de primer violín en una orquesta, lo mismo.

Si hubiera hablado de ese tipo de ejemplos, no hubiera pasado a más, pero mucha gente se puso a hablar de disparidades sociales, ventajas inherentes a ciertas personas, “la lotería del nacimiento”, injusticia, trampas, y así.

Todo eso existe, desde luego. No hay un suelo parejo para todos, pero la frase no alude a nada de eso.

 

LO QUE SE ENTENDIÓ

Quienes lo entendieron en positivo, leyeron simplemente el sentido explícito de la frase, que para recalcar, es: si alguien se esfuerza en algo, y además su esfuerzo resulta exitoso, se le reconoce, no se le regatea. Sin importar desde dónde haya empezado.

Pero lo que se entendió fue una especie de reto en la guerra cultural en la que estamos inmersos. Viendo las respuestas negativas, es obvio que se entendió una variación del “son pobres porque quieren”, que de ninguna manera está explícito ni implícito en la frase.

Dicho de otra manera: la frase dice, “hay que reconocer el esfuerzo”, pero por un brinco lógico mal hecho, mucha gente cree que eso implica “el esfuerzo es siempre exitoso” y/o “el privilegio inicial no juega ningún rol.” Ninguna de esas dos ideas se pueden inferir de la premisa inicial, pero así se hace…

 

¿POR QUÉ SE ENTENDIÓ ESO?

…porque usé la palabra “privilegio”, y esa palabra ha sido cargada políticamente.

Primero que nada, “privilegio” es una palabra neutral, pero al igual que muchas otras, ha sido expropiada y se la ha conferido un significado únicamente negativo dentro de una guerra cultural.

Por ejemplo, yo he tenido el privilegio de conocer personas maravillosas en mi vida. Una vez tuve el privilegio de acompañar con la guitarra ni más ni menos que a Guadalupe Pineda. Tengo el privilegio de contar con un espacio de divulgación en el sitio www.naukas.com. Vale decir que no nací ni sabiendo tocar guitarra ni sabiendo matemáticas, y que el usar la palabra privilegio de esta forma, es muy natural.

Pero en la discusión en la que estamos inmersos, “privilegio” ha sido tomada para significar en especial “ventajas de nacimiento” y para además decir que son malas o por lo menos intrínsecamente criticables, lo que no es verdad. Se puede criticar al príncipe de Gales por una idiotez que cometa, pero no simplemente por haber nacido en esa familia.

Vamos a cerrar con un par de ejemplos y un llamado a la cordura:

 

EJEMPLOS

Bill Gates era de familia rica, sí. No empezó desde un arrabal: su papá le compró una computadora cuando casi nadie podía tener una. Pero así como él, había más ricos con computadoras. Su esfuerzo particular lo llevó a ser el hombre más rico del mundo, no simplemente un niño consentido más con una computadora. Así, siendo un “privilegiado”, su esfuerzo lo llevó a un lugar que muchos otros privilegiados ni sueñan. Su esfuerzo es de reconocerse y no es regateable.

En el otro extremo, pensemos en atletas famosos, en específico boxeadores: muchísimos han venido de familias sin ningún “privilegio”. Ahora bien, aunque vengas de familia rica, si quieres ser campeón de box, tienes que esforzarte. Si te topas al Canelo Álvarez en la calle, ¿le pides un autógrafo? ¿O le dices que sus peleas las ha ganado por privilegio y no por esfuerzo?

¿Si te topas a Mikhail Barishnikov? ¿A Guillermo del Toro? ¿A Jack Ma? ¿A las Dras. Charpentier y Doudna, recién galardonadas con el Nóbel de Química?

Más claro: ¿le dirías a Usain Bolt que correr 100 metros en menos de 10 segundos es debido a privilegios y no a esfuerzo?

 

Es más que obvio que todo eso es esfuerzo y trabajo duro y ese es el sentido de la frase.

Y si no hubiera usado la palabra “privilegio”, prácticamente todo lo que acabo de decir sería una perogrullada. Pero la palabra ha sido cargada, y el verla dispara reacciones, por medio de asociaciones de ideas, que han sido reiteradas día tras día.

¿Nos damos cuenta de cómo el uso de las palabras nos está sesgando, incluso ante cosas muy obvias?

 

   

3 comentarios:

  1. Desafortunadamente muchas palabras antes neutrales se están politizando, perdiendo su sentido original, y peor aún, volviéndose "ofensivas".

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  2. Si ya, escribes así desde tus privilegios. Y debo agregar además que mi comentario es sarcástico. Saludos!

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  3. Me encantó el análisis lógico de la frase. No hay duda de que en estos tiempos se ha perdido objetividad y se ha dotado a ciertas palabras de una carga política y hasta emocional, siendo que éstas son herramientas neutrales que nos ayudan a expresar las ideas. Gracias por compartir.

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