sábado, 23 de septiembre de 2023

El palíndromo de tres siglos

 

Para Merlina Acevedo

 

Li Diaoyuan fue un famoso escritor y dramaturgo de la Dinastía Qing. Una vez, de viaje por la provincia occidental de Sichuan, pasó por un templo budista y decidió visitarlo. El abad, que sabía de la fama de Li, lo recibió personalmente, le mostró el templo y arregló para él un banquete vegetariano, tras el cual se pusieron a discutir temas de literatura.

Viendo con regocijo que Li era un erudito del más alto orden, el abad hizo gesto de preguntarle algo, pero luego se retractó. Li Diaoyuan quiso saber más, y al final el abad le dijo:

“Hace casi 250 años, el poeta Tang Bohu visitó nuestro templo y vio una pintura de flores de loto pintada por uno de nuestros monjes. Como se enamoró de la pintura, escribió sobre ella la primera parte de una copla, pidiendo que alguien más escribiera después la segunda parte. Pero ha pasado todo ese tiempo y nadie se ha atrevido, por la habilidad con la que el maestro Tang escribió sus palabras. Quisiera saber si usted estaría dispuesto a intentarlo.”

Honrado, Li aceptó ver la copla. Los monjes trajeron un rollo de papel que extendieron con cuidado y que revelaron una hermosa pintura y una exquisita caligrafía con la siguiente línea:

 

画上荷花和尚画. 

(Huà shàng héhuā héshàng huà)

“Sobre el lienzo, lotos pintados por un monje.”

 

La oración era de un significado sencillo y con tan sólo siete caracteres, pero Tang Bohu había escogido seis caracteres diferentes para construirla con tal maestría, que la frase era un palíndromo perfecto; al leerse hacia atrás o hacia adelante, el sonido de la frase es el mismo.

Li Diaoyuan se quedó admirado ante la obra de arte y quedó largo tiempo pensativo. Finalmente hizo una profunda reverencia al abad y dijo, “Si me lo permite, creo que puedo completar la copla.” El abad, que nunca había visto a nadie aceptar el reto, gustoso hizo traer tinta y brocha. Li remojó con cuidado la brocha y escribió junto a la antigua letra:

 

书临汉贴翰林书.   

(Shū lín hàn tiē hànlín shū)

“En el libro, palabras escritas por un letrado.”

 

Haciendo una paráfrasis hermosa y a la vez creando otro palíndromo perfecto con seis caracteres diferentes, en un ritmo de siete. Todos se quedaron admirados y el abad, feliz, dijo, “La espera fue larga, pero valió la pena.”

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario