Todos los conocemos, casi a diario
nos topamos con ellos si pasamos algo de tiempo en internet y muy especialmente
en ‘foros de discusión’. Quizá todos ya somos un poco culpables de esta faceta
de la tecnología que en sí misma es maravillosa, pero que como cualquier cosa,
abusamos y nos indigestamos con ella.
Recuerdo que en 1997 cuando el
internet era una novedad, empezaron a hacerse populares los chatrooms
para jugar Trivia, en los que se iban haciendo preguntas y la persona que diera
la respuesta más rápido, hacía la pregunta siguiente. Estos juegos aún existen,
pero por supuesto la queja más frecuente de los jugadores es que mucha gente
hace trampa, o sea, que usa Google para buscar las respuestas. Esto es
inconsecuente, pero si alguien ha estado alguna vez en un foro de discusión en
línea, esa misma actitud se lleva a otro nivel menos ‘trivial’ por decirlo de
alguna forma. Todo mundo es un experto. En todo.
Se han escrito ríos de tinta —o más bien Gigabytes de información— acerca de cómo muchas de las
conductas que observamos a diario en internet son muy particulares de este
medio, y nunca serían aceptadas en el mundo ‘real’. Cosas como bullying
e insultos extremos como respuesta a cosas tan inocentes como un video de
alguien cantando.
Los ‘expertos instantáneos’ son un
fenómeno menos dramático aunque, me parece, igual de pernicioso porque permea a
mucha más gente que a los frustrados y sociópatas. Es simplemente aparentar
saber.
Los peores ejemplos, con mucho, se
pueden ver en foros donde nominalmente se discuten ‘ciencia y religión’. Aquí
nadie va a convencer a nadie —ni
siquiera a escuchar— sino a usar el foro como una cámara
de ecos de opiniones preconcebidas. Rápidamente se ve cómo se forman bandos (lo
que no tiene nada de malo) y la conversación, en la que quizá alguien dice
inocentemente que “la ciencia aún no tiene una idea completa de la formación
del universo” para apoyar sus convicciones, es contestada de inmediato por
alguien que sale con algo como:
“el modelo de Pati-Salam y las
propuestas de universos cuasitermales, junto con la Teoría M están a punto de
resolver todas esas cosas que dices y mandar a tu Dios de los Huecos al
basurero.”
WHAT.
Por
favor.¡Aquí está tu respuesta! ¡Ja! |
Es asombrosa la cantidad de personas
en foros como estos, que parecen ser expertos en mecánica cuántica, además de
en biología evolutiva y en la historia de Francia en el siglo XV. Lo malo de
hacer este tipo de payasadas, es el peligro de toparse con alguien que en
verdad sabe del tema, como vi una vez en ese mismo foro.
El Señor X, estaba como de costumbre
hablando (copy-paste) de física cuántica y de la Teoría M, cuando vino
alguien y le dijo que no estaba de acuerdo porque no tomaba en cuenta las
interpretaciones del colapso de la función de onda, y además le preguntó su
opinión del problema de las integrales que no se pueden resolver
matemáticamente de forma satisfactoria sin renormalizar.
Silencio sepulcral.
Log out.
Con copy-paste no se puede
contestar eso, y mucho menos seguir una conversación.
De modo que, ¿deberíamos quizá hacer
un esfuerzo para cultivar de nuevo la conversación cara a cara? Esa en la que
hay intercambio real de conocimientos ya asimilados y de opiniones ya
reflexionadas, no de copiar lo primero que se atraviesa. Esa en la que
debatimos y aprendemos realmente, sin muletas. Y a falta de conversación real,
¿podemos por lo menos tener cierta ética generalmente aceptada para conversar
en foros?
VIDEO DEL DÍA
El comediante Pete Holmes presenta
una rutina que titula ‘No Saber’ (Not Knowing), relacionada precisamente
con lo que él llama la ‘ausencia de asombro’ a la que nos está orillando el
hecho de tener toda la información siempre disponible:
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