1978.
Hace 42 años, mi vida era más simple, la vida de un niño. Y cada domingo lo esperaba
con ansias para, entre otras cosas, leer ‘los monitos’, que era como les
decíamos a las tiras cómicas del suplemento dominical en el periódico El
Porvenir.
Este
domingo quiero leer monitos otra vez, los mismos de entonces.
El
Fantasma, "el duende que camina": en aquel entonces no
me parecía raro que un fulano vistiera de leotardo morado y calzones de rayas en mitad de una selva tropical:
El
Príncipe Valiente, que me desesperaba porque era una historia de la que cada
domingo tan sólo se podía ver una imagen o dos y nunca me acordaba en qué se
había quedado, pero que me impresionaba por la calidad de las ilustraciones:
Trucutú
el cavernícola, que a veces era gracioso pero más frecuentemente aburrido, porque era una
especie de novela familiar con la única gracia de que todo mundo traía huesos atravesados en la
cabeza:
Benitín y
Eneas, ese excelente ejemplo de pareja dispareja, que empezó en 1907 y que siempre fue de mis favoritos aunque no sabía que mis abuelos lo leían:
Henry, el
niño sin boca, con chistes sin palabras:
Educando
a Papá, historia de los interminables altercados entre el desparpajado Pancho y
su estirada esposa Ramona, una nueva rica que nomás no lo dejaba vivir a gusto:
Y por
supuesto Lorenzo y Pepita, con ese famoso creador de sandwiches de 10 pisos y defensor de siestas en el sofá:
El Mago
Mandrake, que cada vez que "gesticulaba hipnóticamente" hacía aparecer animales
de cualquier lado, o transformaba al pobre Lotario en rata gigante:
Pero eso
era por las mañanas. Por las tardes, íbamos siempre un rato a la
cafetería Benavides, uno de los pocos lugares donde se podían ver revistas
importadas, y donde me daba el lujazo de leer la legendaria revista MAD, son
sus parodias de las películas más recientes:
Los conflictos
macabros de Espía Vs. Espía:
o los
geniales chistes también sin palabras de Sergio Aragonés, que estaban por todos
los márgenes de las páginas de la revista:
Domingo
de Monitos, para recordar.
VIDEO DEL DÍA
Un
clásico de clásicos de la animación: The Pink Phink, el primer cortometraje de
la Pantera Rosa, estrenado en 1964:
Y ¿de dónde sacas tan buenas reproducciones?
ResponderEliminarEl Fantasma y Los Halcones Negros eran mis preferidos, aunque confieso que nunca fui adicto a los monitos...
¡Ah, la magia del internet! Hay gente desocupada subiendo esas imágenes, para que otros desocupados las podamos encontrar. :D
EliminarSaludos..
ResponderEliminarA mi también me tocaron casi todas esas caricaturas, pero tenía que ir a buscarlas a la casa de un vecino porque aparecían en La Opinion .. y en mi casa se leía el mas conservador Siglo de Torreón que traía menos monitos domingeros.. No se porque pero mi favorito era Trucutu y Lorenzo y Pepita.... . Benitín y Eneas me purgaba... te falto Dick Tracy y una que no recuerdo su nombre de un Capitan y sus nietos traviesos... yo empece a leer demasiado joven por querer leer los monitos.. que primero me los leía mi papa.. le llevaba el periodico y directo a ellos..
Sí, me faltó Dick Tracy (que yo pronunciaba 'dik traki') pero no fue por falta de buscar: no me encontré tiras en español por ningún lado, por la misma razó casi omitía también a Mandrake! El del capitán si sé cuál dices, pero creo que esa no aparecía en el suplemento que yo veía. Seguro me faltaron algunos, al único que omití queriendo es a Daniel el Travieso, que ni teniendo 6 años me gustaba.
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