miércoles, 19 de agosto de 2020

Frases sólo para adultos

Ante algo mal hecho, ya sea por accidente o por travesura, un niño pequeño empieza a entender la forma más primitiva de resultado: la reprimenda o el castigo. En efecto es la herramienta más simple y burda que tenemos, pero que conduce a una actitud más refinada a medida que maduramos: la responsabilidad ante nuestros dichos y acciones. El niño que aún no entiende esto cabalmente, intenta escapar de su responsabilidad con un “yo no fui” lleno de un temor que no es lo que queremos enseñar, pero que en la parte primera de la enseñanza es difícil evitar. Pero ya a muy tierna edad empiezan a tener una comprensión más sofisticada de la responsabilidad, a medida que asimilan frases idiomáticas, como el “si te llevas, te aguantas” y otras parecidas.
En EEUU, esa sociedad que da un valor supremo a la libertad individual pero también a la responsabilidad individual, hay muchas de estas frases. Lo vemos por ejemplo en la película Gran Torino, donde un joven delincuente es forzado a reparar la casa de Clint Eastwood, a lo que él responde “no necesito a este muchacho, yo puedo ocuparme de mi propiedad.”
Hay dos frases en especial en inglés, que denotan la diferencia entre la respuesta de un niño y la respuesta de un adulto ante una situación. La primera es “the buck stops here”, que hizo muy popular el presidente Harry Truman, poniéndola en su escritorio. Significa que un problema o petición que llega ahí, ya no es transferible a nadie más: ahí en ese escritorio, se puede encontrar al último responsable. 
En la única escena seria de Meet the Parents, Robert de Niro le da ese único consejo a su futuro yerno: debes hacerte responsable de esta familia, the buck stops here.
La otra es “not on my watch”, que quiere decir algo como “no mientras yo esté aquí.” En la película Apolo 13, la dice el comandante de la misión Gene Kranz (el genial Ed Harris) cuando se encuentran con una emergencia: “nunca hemos perdido a un astronauta en una misión, y desde luego no vamos a perder uno mientras yo esté aquí. El fracaso no es opción.”

El 26 de junio o sea hace 50 días, hice una pregunta retórica: ¿existe un número específico de muertes de compatriotas, un umbral, para poder decir, “la estrategia no funcionó, fue un error, y la vamos a cambiar”? En ese momento había 25 mil muertes confirmadas en el país. El día de hoy hay más de 55 mil y las evidencias apuntan a que esa cifra debe ser multiplicada por un factor de 2 ó de 3. Tenemos nuestra respuesta; pero no es la respuesta de un adulto.

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