Ante algo mal
hecho, ya sea por accidente o por travesura, un niño pequeño empieza a entender
la forma más primitiva de resultado: la reprimenda o el castigo. En efecto es
la herramienta más simple y burda que tenemos, pero que conduce a una actitud
más refinada a medida que maduramos: la responsabilidad ante nuestros dichos y
acciones. El niño que aún no entiende esto cabalmente, intenta escapar de su
responsabilidad con un “yo no fui” lleno de un temor que no es lo que queremos
enseñar, pero que en la parte primera de la enseñanza es difícil evitar. Pero
ya a muy tierna edad empiezan a tener una comprensión más sofisticada de la
responsabilidad, a medida que asimilan frases idiomáticas, como el “si te
llevas, te aguantas” y otras parecidas.
En EEUU, esa sociedad que da un valor supremo a la
libertad individual pero también a la responsabilidad individual, hay muchas de
estas frases. Lo vemos por ejemplo en la película Gran Torino, donde un
joven delincuente es forzado a reparar la casa de Clint Eastwood, a lo que él
responde “no necesito a este muchacho, yo puedo ocuparme de mi propiedad.”
Hay dos frases en especial en inglés, que denotan la
diferencia entre la respuesta de un niño y la respuesta de un adulto ante una
situación. La primera es “the buck stops here”, que hizo muy popular el
presidente Harry Truman, poniéndola en su escritorio. Significa que un problema
o petición que llega ahí, ya no es transferible a nadie más: ahí en ese
escritorio, se puede encontrar al último responsable.
En la única escena seria
de Meet the Parents, Robert de Niro le da ese único consejo a su futuro
yerno: debes hacerte responsable de esta familia, the buck stops here.
La otra es “not on my watch”, que quiere decir
algo como “no mientras yo esté aquí.” En la película Apolo 13, la dice el
comandante de la misión Gene Kranz (el genial Ed Harris) cuando se encuentran
con una emergencia: “nunca hemos perdido a un astronauta en una misión, y desde
luego no vamos a perder uno mientras yo esté aquí. El fracaso no es opción.”
El 26 de junio o sea hace 50 días, hice una pregunta retórica: ¿existe un número específico de muertes de compatriotas, un umbral,
para poder decir, “la estrategia no funcionó, fue un error, y la vamos a
cambiar”? En ese momento había 25 mil muertes confirmadas en el país. El día de
hoy hay más de 55 mil y las evidencias apuntan a que esa cifra debe ser
multiplicada por un factor de 2 ó de 3. Tenemos nuestra respuesta; pero no es
la respuesta de un adulto.
Muy ilustrativo maestro .
ResponderEliminarQ fuerte..pero tienes razón. Toda la razon!!
ResponderEliminarSiempre tienes un texto para la occasion, espero el de los otros datos lo reciba, gracias
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