Se los voy a decir
sin rodeos: me sorprendió la concurrencia.
Me parece que hay
algunos puntos importantes qué comentar y es importante que los comentemos ya:
El gobierno no quiere
ni va a dialogar. Ni creo que nadie
hubiera pensado que esto podría ser de otra forma, pero es en verdad
preocupante que, el mismo día, el discurso de los acólitos del gobierno se
endureció y se hizo explícitamente el discurso de una dictadura estándar. Se
hizo igual en 2004 para minimizar la Marcha de la Paz, con la casual
declaración de “una marcha pirrurris.” Esta vez se dijo literalmente que “se
unieron los racistas con los corruptos, los xenófobos con los clasistas, los
traficantes de desidias con los traficantes de influencias” y se lanzó de inmediato
el hashtag #FracasoFifí. No hay diálogo posible, nos dicen, con una ruindad que
no pretenden ni siquiera endulzar. Esto debe dejar muy claro lo que se requiere
con urgencia:
Se necesita seguimiento. La marcha necesitaba ser muy nutrida y estar en todo el país para
tener los requerimientos mínimos de ser exitosa. Eso se logró. Hubo mucha gente,
discursos certeros (¡bien @econokafka!), escenas emotivas. Muy bien, pero eso
no basta ni de lejos: ya lo hemos visto en múltiples ocasiones. La pregunta es,
¿qué pasa el lunes? ¿Y el martes? ¿Y todos los días que siguen? Esto debe de
ser un movimiento sostenido y en muchos frentes; la marcha fue excelente para
dar visibilidad pero es un punto de arranque; no se debe tomar la calle
demasiado sino hacer lo que siempre nos falta: organizarnos. He escuchado de
varias iniciativas interesantes de formar células ciudadanas, que pueden
conectarse por redes orgánicas, sin necesariamente formar una estructura tipo
partidista, que a mi ver no sería deseable en este momento. Imaginémoslo como
un “crowdfunding” de cambio social, una red en donde cada quien aporta y comparte
en su propio ámbito, sumando a la vez visibilidad y esfuerzos reales de cambio
social. Pero para esto llegamos al quid de la cuestión:
Se necesita unión. Si el seguimiento es difícil, más lo es la unión. Al evento, como era
de esperarse, acudieron para la foto una constelación de personajes políticos
de todos los sabores, llevando agua a su molino y aprovechando el zeitgeist.
No es deseable echarlos creando fracturas, pero menos deseable aún es dejar que
un grupo empiece a apoderarse de lo que en esencia es un movimiento ciudadano:
ya lo hemos visto pasar muchas veces. La unión hacia las elecciones de 2021 es
lo más fundamental y como dije en el artículo anterior, no hay aún una voz que
encarne el mensaje. Probablemente no la habrá en un rato y más probablemente vaya a ser alguien que nadie conocemos aún. Una voz
nueva.
La marcha no fue otra cosa sino el
comienzo de algo que, si esta vez sí nos ponemos de acuerdo, puede ser sin
precedentes. No dejemos que se muera.
Exactamente. Queremos qué? Continuidad a las quejas pero sin un objetivo concreto.
ResponderEliminarContinuidad y estructuración de las ideas. No quitar el dedo del renglón.
EliminarExcelente!
ResponderEliminarGracias por leer!
EliminarEmpecemos por no abonar a la división. Basta ya de llamar chairos o morenacos o ninguna otra gracejada a los que aún no despiertan
ResponderEliminarAbsolutamente de acuerdo. Son palabras odiosas.
EliminarSi pusieras las letras de los comentarios en negro, se podrían leer menos. ¿Se podría hacer una página web, para tener un punto de inicio para organizarse?
ResponderEliminarVoy a intentarlo! Pendientes.
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