lunes, 2 de diciembre de 2019

Marcha del 1 de diciembre: lo que sigue


Se los voy a decir sin rodeos: me sorprendió la concurrencia.
Me parece que hay algunos puntos importantes qué comentar y es importante que los comentemos ya:
El gobierno no quiere ni va a dialogar. Ni creo que nadie hubiera pensado que esto podría ser de otra forma, pero es en verdad preocupante que, el mismo día, el discurso de los acólitos del gobierno se endureció y se hizo explícitamente el discurso de una dictadura estándar. Se hizo igual en 2004 para minimizar la Marcha de la Paz, con la casual declaración de “una marcha pirrurris.” Esta vez se dijo literalmente que “se unieron los racistas con los corruptos, los xenófobos con los clasistas, los traficantes de desidias con los traficantes de influencias” y se lanzó de inmediato el hashtag #FracasoFifí. No hay diálogo posible, nos dicen, con una ruindad que no pretenden ni siquiera endulzar. Esto debe dejar muy claro lo que se requiere con urgencia:
Se necesita seguimiento. La marcha necesitaba ser muy nutrida y estar en todo el país para tener los requerimientos mínimos de ser exitosa. Eso se logró. Hubo mucha gente, discursos certeros (¡bien @econokafka!), escenas emotivas. Muy bien, pero eso no basta ni de lejos: ya lo hemos visto en múltiples ocasiones. La pregunta es, ¿qué pasa el lunes? ¿Y el martes? ¿Y todos los días que siguen? Esto debe de ser un movimiento sostenido y en muchos frentes; la marcha fue excelente para dar visibilidad pero es un punto de arranque; no se debe tomar la calle demasiado sino hacer lo que siempre nos falta: organizarnos. He escuchado de varias iniciativas interesantes de formar células ciudadanas, que pueden conectarse por redes orgánicas, sin necesariamente formar una estructura tipo partidista, que a mi ver no sería deseable en este momento. Imaginémoslo como un “crowdfunding” de cambio social, una red en donde cada quien aporta y comparte en su propio ámbito, sumando a la vez visibilidad y esfuerzos reales de cambio social. Pero para esto llegamos al quid de la cuestión:
Se necesita unión. Si el seguimiento es difícil, más lo es la unión. Al evento, como era de esperarse, acudieron para la foto una constelación de personajes políticos de todos los sabores, llevando agua a su molino y aprovechando el zeitgeist. No es deseable echarlos creando fracturas, pero menos deseable aún es dejar que un grupo empiece a apoderarse de lo que en esencia es un movimiento ciudadano: ya lo hemos visto pasar muchas veces. La unión hacia las elecciones de 2021 es lo más fundamental y como dije en el artículo anterior, no hay aún una voz que encarne el mensaje. Probablemente no la habrá en un rato y más probablemente vaya a ser alguien que nadie conocemos aún. Una voz nueva.

La marcha no fue otra cosa sino el comienzo de algo que, si esta vez sí nos ponemos de acuerdo, puede ser sin precedentes. No dejemos que se muera.

  

8 comentarios:

  1. Exactamente. Queremos qué? Continuidad a las quejas pero sin un objetivo concreto.

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    1. Continuidad y estructuración de las ideas. No quitar el dedo del renglón.

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  2. Empecemos por no abonar a la división. Basta ya de llamar chairos o morenacos o ninguna otra gracejada a los que aún no despiertan

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  3. Si pusieras las letras de los comentarios en negro, se podrían leer menos. ¿Se podría hacer una página web, para tener un punto de inicio para organizarse?

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