martes, 3 de junio de 2014

No hay santos en la naturaleza





  “En la naturaleza no hay santos, sólo hay desayuno y cena.”

Del otro lado de los estrictos códigos de honor y de ética mencionados en el post anterior, está el punto de vista de Lorne Malvo, el sociópata asesino a sueldo de la serie Fargo


Inmisericorde y frío, Malvo tiene su filosofía de matar o morir que es coherente en sí misma, y que justifica sus actos. Emparentado al egoísmo objetivista, ó a la realpolitik del Príncipe de Maquiavelo, es coherente pero incompleta: 

Si bien no hay ‘santos’ en la naturaleza, ¿por qué entonces usamos esa palabra? Es más que una simple construcción arbitraria, y la empatía y la generosidad, la misericordia y la piedad son conceptos que trascienden simples convenciones salidas de la tradición social. Son en sí mismos valores de supervivencia, imbricados no sólo en el tejido social sino en la genética misma. 

Malvo quizá no ha observado a todos los animales y a toda la naturaleza: los actos de sacrificio existen por doquier y son tan importantes como la necesaria violencia a la que recurre la necesidad de sobrevivir. 

El ‘altruismo biológico’ y el autosacrificio es lo que crea, finalmente, esos santos en los que Malvo no cree, ni en el reino animal ni en el hombre. Es algo no aprendido, verdadero e incontestable, que trasciende credos y especies:

Healthy Paws

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