“En la naturaleza no hay santos, sólo hay desayuno y cena.”
Del otro lado de los estrictos códigos de honor y de ética mencionados
en el post anterior, está el punto de vista de Lorne Malvo, el sociópata
asesino a sueldo de la serie Fargo.
Inmisericorde y frío, Malvo tiene su filosofía de matar o morir que es
coherente en sí misma, y que justifica sus actos. Emparentado al egoísmo
objetivista, ó a la realpolitik del Príncipe de Maquiavelo, es coherente pero
incompleta:
Si bien no hay ‘santos’ en la naturaleza, ¿por qué entonces usamos esa
palabra? Es más que una simple construcción arbitraria, y la empatía y la
generosidad, la misericordia y la piedad son conceptos que trascienden simples
convenciones salidas de la tradición social. Son en sí mismos valores de
supervivencia, imbricados no sólo en el tejido social sino en la genética
misma.
Malvo quizá no ha observado a todos los animales y a toda la naturaleza:
los actos de sacrificio existen por doquier y son tan importantes como la
necesaria violencia a la que recurre la necesidad de sobrevivir.
El ‘altruismo biológico’ y el autosacrificio es lo que crea, finalmente,
esos santos en los que Malvo no cree, ni en el reino animal ni en el hombre. Es
algo no aprendido, verdadero e incontestable, que trasciende credos y especies:
Healthy Paws |
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