(Leyenda védica,
referida por G. A. Bécquer)
Tras muchas jornadas
extenuantes y llenas de penuria, Pulo-Delhi avanza por la montaña, en medio de
la lluvia, con el arco tendido, la flecha pronta y la espada dispuesta.
Dos llamas brillan en
la oscuridad. El tigre salta, y la flecha parte. Pulo arroja el arco, se cubre
con su escudo y en la diestra empuña la espada. La lucha se traba y él hunde el
filo de su arma en el cuerpo del tigre, hasta que éste cae sin vida a sus pies.
La lluvia cesa. Ante
el asombro de Pulo-Delhi, el cadáver del tigre se estremece y lentamente se
transforma en una serpiente de proporciones gigantescas.
— Ya no hay duda —exclama el héroe— Siva desea mi
muerte. ¡Si fuera un dios para luchar con los dioses! Mas, mortal miserable
como soy, venderé cara mi vida.
Pulo-Delhi desnuda la
espada de nuevo y se lanza a la lucha, haciendo esfuerzos inauditos por herir
al monstruo. ¡Imposible! Sus aceradas escamas son impenetrables.
Ya el reptil,
aprisionándolo, empieza a ahogarlo, ya la espada se escapa de sus manos y él,
sin más armas, rompe sus dientes mordiendo la coraza de su enemigo.
Ya el velo de la
muerte se extiende ante sus ojos, cuando una flecha disparada desde las nubes
baja silbando y traspasa a la serpiente, dejándola sin vida.
Pulo-Delhi alza la
vista, para contemplar maravillado a Vishnú, con el arco tendido aún, montando
sobre un cisne inmortal, de pureza sin mancha, que surca los Cielos.
*
Hay algo en el hombre
que los dioses ven con agrado sin límite
y a lo que incluso
ellos no pueden resistirse:
el valor del
guerrero, alzándose por encima de la victoria y la derrota.
Hola, espero pueda resolverme la duda, está leyenda es referida normalmente como "referida por Bécquer" o traducida por él. ¿Realmente esto es verídico, o hay manera de comprobarlo...o es puramente ficción de Bécquer ?
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