Las críticas al libro de primero y segundo año las pueden ver en este enlace, y las de tercero y cuarto las pueden ver en este enlace. Pasemos con el libro de quinto y sexto:
Primero, los aspectos positivos:
- Fomentar el estudio del entorno inmediato y relacionarlo con la historia y lo global.
- Fomentar la aceptación de diversos tipos de individuos y familias (pp. 33-35)
- Fomentar la importancia de los pueblos indígenas y sus culturas (pp. 36-38)
- Consejos de reforzamiento y tutoría en el aula (pp. 60-78)
Ahora, vamos por temas en orden secuencial:
“México, un país en proceso de emancipación”
Once páginas en la que se les explica a los maestros la historia de México. Una historia de estampitas de México, que puntualiza las “tres grandes revoluciones de nuestra historia” y deteniéndose a un milímetro de mencionar la siguiente y terminando con la frase “para qué se enseñan procesos históricos e intrahistóricos de nuestra matria”.
(pp. 12-22)
“Transformación democrática de la escuela”
Curiosamente, se critica duramente la respuesta del gobierno a la pandemia de Covid, desde el punto de vista de la educación.
(pp. 25-27)
Pero esta crítica evita tocar la responsabilidad del gobierno, para pasar al siguiente tema, que es decir que fue por el sistema que ya se tenía y que obvio, hay que cambiar:
“La tensión permanente entre prescripciones normativas, curriculares y administrativas
Lo que hay que cambiar es nada menos que el Estado: de uno “hegemónico” a uno “ampliado” (p. 30):
En las siguientes páginas se dice que los maestros deben tener flexibilidad para enseñar los temas según sus propias experiencias, lo que siempre han tenido. Pero esta idea se extrapola y se hace más radical, empezando por la crítica a la “lógica burocrática-tecnocrática” que premian “la eficiencia y la racionalidad científica”.
Esto se va poniendo cada vez más peliagudo:
Para la autoridad educativa: “Sustituir los mecanismos verticales y jerárquicos de decisión por otros que privilegien la horizontalidad, el diálogo y la deliberación en la toma de decisiones en todo el sistema educativo.”
Para los consejos técnicos escolares: “Eliminar la estructura burocrático-administrativa en donde los objetivos, las acciones, los tiempos y los productos que se solicitan a las y los docentes se establecen de principio a fin.”
Y hay más, entre cosas razonables y cosas muy vagas, pero que van sonando a una especie de “eliminación de intermediarios” que ya hemos visto antes.
(pp. 31-33)
“Interculturalidad crítica”
Es un extenso llamado a reconocer laimportancia de las diferentes culturas del país y a incluirlas en el sistema educativo, lo cual es muy loable pero no original. Pero en general se queda, como todo en estos libros, en generalidades descritas en el estilo ensayístico o de tesis que ya hemos visto. Cosas como que “la interculturalidad crítica se manifiesta como acción pedagógica transversal en las comunidades escolares... La escuela, consciente de esta situación [de relaciones de poder y jerarquías], asume la responsabilidad de reconocer las formas específicas como tales asimetrías se hacen presentes, y se propone la búsqueda de soluciones para superarlas”
Y sigue con:
“Para lograr lo anterior, la interculturalidad crítica se define como eje articulador de lo común en la diversidad, donde lo común se refiere a la confluencia de acciones, identidades y pensamientos diversos con el fin de construir un tejido social compartido con otras y otrxs. Todxs corresponsables y copartícipes en las acciones y decisiones necesarias, en tanto integrantes de la comunidad escolar.”
Y así continúa por varias páginas más, para decir que la diversidad es valiosa (pp. 39-43).
“Creación de didácticas decoloniales”
Esta es la parte central del libro, y se hace énfasis en que hay que aplicar las llamadas “epistemologías del Sur”, con pedagogías decoloniales y didácticas decoloniales.
Como siempre, además de radicalmente ideológico, todo es vago, sin ofrecer líneas de acción claras ni ejemplos prácticos, y con lenguaje rebuscado:
“las líneas que siguen no tienen otra pretensión que invitar a los docentes a pensar, repensar y construir sus propias didácticas en el marco de la reivindicación del sur global para transgredir el paradigma de imposición epistémica occidental de la sociedad globalizada actual... repensar el mundo a partir de saberes y prácticas otras que desafían los intentos de epistemicidio, linguicidio y etnocidio” (p. 44).
En general, es un llamado a liberarse de visiones puramente eurocéntricas en la educación y a reconocer que hay muchas formas de interpretar el mundo, lo que desde luego no está mal, pero pasa rápidamente a un rechazo del capitalismo y de forma más importante, de la “monocultura del saber y el rigor científico” que debe conjugarse en una ecología de saberes, con “los saberes locales y el saber indígena” (p. 48-49).
A lo largo de las siguientes páginas se expande esta idea, de forma siempre vaga, rimbombante y reiterativa, pero que puede ser interpretada de muchas formas anti-científicas:
“para decolonizar las ciencias de la educación, sea necesario situar la pedagogía y la didáctica en un contexto cultural más amplio y hacer autocrítica desde el interior del mismo proceso formativo, reconociendo a cada estudiante como el otro yo, dialogando afectivamente entre iguales y reflexionando desde una perspectiva holística e integradora. El proceso formativo decolonizante debe ser ético, respetuoso, sociable, solidario y útil. Decolonizar la educación implica formar desde saberes otros y enseñar desde didácticas otras” (p. 52).
“Experimentación de estrategias, técnicas e instrumentos en evaluación formativa”
La idea es que la educación deba ser flexible y en constante adecuación. Esta simple idea se expande por páginas de vaguedades, lugares comunes, lecciones históricas y críticas al pasado (pp. 55-58)
Lo siguiente es explicar el concepto de “evaluación formativa” que según esto debe ser más completa y profunda que la tradicional, y se enumeran un montón de criterios y atribuciones, necesidad de diálogos, experiencias de éxito escolar y reflexiones cognitivas, pero ningún tipo de estandarización ni normas. Todo son ideas generales, consejos para alentar a los alumnos de diversas formas, y algunas estrategias para refozar lo que se aprende, pero no modos de evaluación propiamente dichos (pp. 60-85).
* *
Al igual que los dos libros anteriores, éste es un ensayo o tesis acerca de educación. Contiene algunos consejos valiosos en una variedad de temas (pluralidad, estudio del entorno, estrategias de reforzamiento en el aula) pero de nuevo: no es una guía para maestros. Los consejos del libro aplican para todos los grados, no sólo 5to y 6to de primaria, y en ningún momento se hace referencia al material que se estudia.
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