Prácticamente todos los compositores hacen canciones acerca de sus propias vidas o experiencias, pero no es muy común que el artista agarre y componga una canción acerca de sí mismo y además usando su propio nombre. O sea, no vemos a Adele en concierto diciendo “y mi siguiente canción es, Adele.”
Sí podemos encontrar un par de ejemplos entre compositores arrojados, como Joaquín Sabina, en Pongamos que hablo de Joaquín (1986), en donde dice con su característica sátira de sí mismo:
El perdedor es su universo, aunque pretende ser feliz. / Y aún hay quien dice que está cuerdo; pongamos que hablo de Joaquín.
Otro ejemplo es José María Cano, de Mecano, que en el que sería su álbum de canto de cisne, se imagina el día en que ya sean irrelevantes y en la bellísima El Uno, el Dos, el Tres (1991) dice:
Y quizá volvamos al local, a cantar para nosotros lo de "Hoy no me puedo levantar" / Y dejar que esa chorrada nos empañe la mirada. / Lágrimas de agua pasada despintando la fachada.
Uno se imagina que para una banda sería más fácil componer una canción con su propio nombre, pero de nuevo, no es para nada común. ¿Tienen canciones con su nombre Led Zeppelin, Def Leppard, Yes ó Pink Floyd? No.
Vamos a ver algunos de los muy pocos casos en los que esto sucede. Estas cinco bandas sí tienen canciones cuyo título es tal cual el nombre de la banda:
Black Sabbath (1969)
Motorhead (1977)
Iron Maiden (1980)
Blue Oyster Cult (1988)
Blue Murder (1989)
El caso curioso es Blue Oyster Cult: mientras que todas ellas incluyen su canción autonombrada en su álbum debut, BOC lo hizo ¡21 años después!
Haciendo trampa
Ahora bien, algunas bandas no se han resistido a usar su propio nombre pero le han sacado la vuelta a hacerlo directamente, así que tenemos estos casos:
Deep Purple - Shades of Deep Purple (1968)
King Crimson - In The Court of the Crimson King (1969)
Genesis - From Genesis to Revelation (1969)
Mott the Hoople - The Ballad of Mott the Hoople (1973)
Stray Cats - Stray Cat Strut (1981)
Queensryche - Queen of the Reich (1985)
Judas Priest - Judas Rising (2005)
Dos observaciones: Genesis y Deep Purple nunca pusieron su nombre en una canción, los títulos mencionados son sendos nombres de sus álbums debut.
La segunda es que la canción de Judas Priest es interesante porque es autoreferente, esto es que es una alegoría de la reunión de la banda después de años de que su cantante Rob Halford se hubiese separado de ellos.
Mención honorable
Metallica - Whiplash (1983)
La cancion es de su álbum debut (Kill’em All) y aunque en el título no lo hacen, en la letra se refieren explícitamente a sí mismos:
Hotel rooms and motorways, life out here is raw / But we'll never stop, we'll never quit, 'cause we're Metallica.
Dos menciones muy honorables
DAVID BOWIE
En 1972, Bowie mostró al mundo su fantástico álbum conceptual Ziggy Stardust and the Spiders from Mars, que habla de las aventuras de un alienígena enviado a una misión a la Tierra. Lo genial es que durante todo 1972-73, Bowie encarnó al personaje de Ziggy Stardust, su alter ego.
THE WHO
Una de las bandas de rock más influyentes de la historia, siempre se la han pasado hablando de sí mismos y usando su nombre de maneras creativas.
En su álbum The Who Sell Out (1967) se referencian y se parodian, como un grupo que “se ha vendido” en un fabuloso álbum conceptual, con anuncios fake y locutores de una ficticia estación de radio donde los promocionan.
En el álbum The Who By Numbers (1975) hay un montón de canciones introspectivas acerca de la presión que estaban pasando a causa de su mega éxito comercial.
En Who’s Next (1971) y en Who Are You (1978), simplemente hacen juegos de palabras de forma creativa, así como lo que vimos con Genesis y Deep Purple.
Y finalmente en Who (2019), tras más de cinco décadas de carrera, se ponen a hablar de lo que significa ser una banda de músicos viejos y en declive, con canciones como All This Music Must Fade, y I Don’t Wanna Get Wise.
Sin embargo, la canción más impactante por su contexto es Got Nothing To Prove, (Sin nada qué probar), compuesta en 1966 y que nunca fue grabada por ellos. La letra se refiere a que el autor ha cambiado desde que conoció a su chica, y ya no está enojado y no tiene nada qué probar. Pero escuchada 55 años después, partes de su letra pegan de forma muy distinta:
Got nothing to prove anymore
When I was a little younger
I had to justify my angst
I'd spend a lotta precious time
Tryna find the facts.
So now I don't look toward my death
I look toward my life.
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