martes, 10 de mayo de 2022

Cómo estará la perra de brava...

 


... que hasta a los de casa muerde.

 

El otro día puse el tuit de la imagen principal. Dice:

Sí pero el PRI fue a alabar a más dictadores e inscribió a más extranjeros en el IMSS mientras había más alarmas de operación en aeropuertos y más balaceras en Cancún y sus gobernadores andaban haciendo más cargada.

Para mis lectores que no son mexicanos: es una sátira a una serie de eventos recientes en México. El presidente hizo un viaje a Cuba, un régimen con el que se siente muy a gusto, y al mismo tiempo en el país hubo noticias alarmantes de incremento de riesgos con los controladores de vuelo en el aeropuerto de la Ciudad de México y violencia en la ciudad de Cancún. Además, varios gobernadores del partido en el poder se dedican alegremente a hacer campaña para sus correligionarios, sin atender crisis en sus estados.

La frase inicial, “Sí, pero el PRI...” es un meme que se usa para ridiculizar al gobierno, porque cada vez que se evidencia alguna ineptitud o ilegalidad de su parte, recurren a esa excusa, diciendo que los gobiernos anteriores lo hicieron más. La frase original es “Sí pero el PRI robó más” pero se adapta a cualquier circunstancia. Por ejemplo, ante los accidentes en instalaciones de la petrolera Pemex, antes de que el propio gobierno saque sus excusas, en redes sociales se dice con sorna “Sí pero al PRI le explotaron más cosas”, sabiendo que al final del día siempre saldrán con esas boberías.

Mi versión es bastante más extrema y ridícula, por supuesto: normalmente la frase se usa para un solo tema y en esta ocasión la usé para poner varios al mismo tiempo.

Lo que me puso a pensar fue esto:

Mis seguidores en Twitter saben de mi gusto por la sátira, así que el tuit fue bastante popular. Pero hubo varios casos de personas que no me siguen, que lo vieron y me comentaron con desparobación, diciéndome que “no caiga tan bajo para justificar al gobierno”, que soy “otro mediocre” y más. Esto es, al leerlo me confundieron con un aplaudidor del gobierno, pensando que el tuit estaba escrito en serio.

Esto es sorprendente.

Al principio mi reacción fue “¿cómo es posible que no se note el sarcasmo?” pero reflexionado un poco, la conclusión es ésta:

Hay en efecto aplaudidores del régimen, diciendo cosas en extremo ridículas y estúpidas, totalmente en serio.

O sea que la retórica es tan extrema que se puede confundir con sátira.

 

En ese punto estamos.

 

 

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