jueves, 12 de febrero de 2015

Zen y música contemporánea




John Cage (1912-1992) fue un innovador de la música contemporánea occidental, sucesor de otro pionero de la “música conceptual”: el austriaco Arnold Schoenberg (1874-1951). Entre las muchas nuevas formas expresivas que exploraron están las técnicas formalmente musicales, como la dodecafonía y la atonalidad; así como técnicas de ruptura, como el componer piezas hechas sólo de silencio, o bien piezas para ser ejecutadas en vez de instrumentos, con una multitud de radios en diferentes sintonías. 

Además de estas experimentaciones, tanto Schoenberg como Cage fueron filósofos de la música, y Cage en especial se interesó por las ideas del Taoísmo y el Zen, que influenciaron en buena medida su conceptualización de arte como ente efímero e inasible. Desde luego esta idea no era nueva en Occidente, pero la sensibilidad filosófica típicamente oriental se puede apreciar en una de sus obras más importantes: “Discurso de Nada”, una poesía escrita en forma de partitura, en la que el autor pondera la significación del vacío, lo espontáneo, lo efímero, y la mente creativa que no se aferra a las cosas que pasan a través de ella, creando arte pero sin dejar huellas más que en el espíritu del creador y del escucha.




VIDEO DEL DÍA


Mis lectores saben que considero a The Twilight Zone como la mejor serie de TV de la historia; y hoy les sugiero que vean The Monsters Are Due On Maple Street (1960), una breve pero agudísima observación acerca de la naturaleza humana cuando está bajo la influencia de uno de sus motivadores más poderosos: el miedo.



Para ver la segunda parte, haga click aquí.




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