Hace poco escribía que en internet, este monstruo comunicativo que ha
redefinido nuestras vidas, el rango de atención disminuye y sólo procesamos las
cosas por encabezados y frases cortas que van haciendo una extraña mezcolanza
en nuestra conciencia, de la misma forma que si le pusiéramos 50 especias
diferente a un guisado, para que termine sabiendo a nada. Esta manía de
comunicarse ‘en 140 caracteres o menos’ causa, entre otras cosas, que todo
mundo se crea Oscar Wilde e intente hablar en aforismos. Pero ¡ay! no sólo de
frases que suenan bonito se puede nutrir la mente, cuando dichas frases
indigestan, y si se quedan en la conciencia el tiempo suficiente, la pueden
carcomer. Este es otro ejemplo de ese tipo de frase:
“El Mundo se divide, sobre todo, entre Indignos e Indignados, y ya sabrá
cada quien de qué lado quiere o puede estar”
- Eduardo Galeano. History Channel.
No me interesa investigar en qué contexto dijo Galeano esa frase,
sino más bien quiero analizar su transmisión en ese poster, así
descontextualizada, porque así es como se reproduce: la gente le da ‘Share’ en
vez de comentarla y hasta ahí llega el involucramiento. Tampoco quiero saber si
en realidad es un programa que se transmitió por el History Channel, aunque si
así es, es un punto más en contra: un canal que empezó siendo referencia en
televisión, y que ahora vive de reality shows de leñadores y prestamistas, y de
teorías de alienígenas constructores de pirámides, basadas en un fulano que no
sabía sumerio pero que se las daba de experto. Una pena.
Pero volviendo a la frase, es otro ejemplo perfecto
de cuando el pensamiento crítico le cede el paso a la mercadotecnia simplona.
Dando el beneficio de la duda al autor de esa frase, es más o menos
entendible lo que quiere decir: que en el mundo hay clases con intereses encontrados, algo
desde luego nada original y que la última vez que se dijo en un Manifiesto
(Comunista), causó más problemas que otra cosa, haciendo que el mismo Marx
dijera, “lo que sé es que yo no soy marxista”. ¿Por qué? Por lo de siempre: sus
ideas fueron simplificadas (en el mal sentido), tergiversadas, envenenadas y
gritadas por altavoces.
Esta frase causa - o intenta causar - exactamente la misma respuesta: es incendiaria y es de esas que
quedan perfectas, listas para usarse en la retórica de la sobresimplificación que
busca enfrentar bandos: el eterno “ellos contra nosotros”, por supuesto usando
un término derogatorio para el “ellos”, que en este caso son los Indignos. Si
no te indignas, eres indigno. ¿Indigno de qué, digo yo? Como dije, no me voy a poner a investigar el
contexto, sólo la frase en sí misma y las palabras que la forman.
Esta retórica, repetida hasta el
cansancio en religiones, tribalismos, nacionalismos, deportes y un largo
etcétera, puede la mayor parte de las veces no pasar de ser una sana válvula de
escape, pero por supuesto que cualquiera que haya abierto un libro de historia
sabe que cuando se exacerba no producce más que calamidades. ¿Este fulano
Galeano quiere causar calamidades? ¿O quien hizo el poster? Yo creo que no,
pero eso no quita que la frase en sí tenga el potencial. Y que sea estúpida.
Pero eso no es lo importante, si es
estúpida o no: lo importante en el siglo 21 es que sea Pegajosa. Que sea Viral.
¡Quizá un montón de gente le dé Like, y Share, y tenga 5 millones de hits, y
hasta pueda vender libros y espacios en su website! No sé las motivaciones,
desde luego, y quisiera suponer que van más allá de ponerle una alberca a su
casa, pero volviendo al punto: ¿qué dice esa frase?
Dice - oh, originalidad - que
estamos divididos. Por supuesto, entre Buenos y Malos, el conflicto último, el
conflicto moral de todas las películas de Hollywood y los cuentos de hadas: y
hay que elegir bando. ¿Vas a ser un
indigno, lo que sea que eso signifique?
Pero hay algo más que dice: “ya sabrá cada quien de qué lado quiere o puede estar”.
¿PUEDE? El incluir ahí esa palabra es terriblemente lapidario. Porque si
decimos, “ya sabrás lo que quieres elegir”, pues claro, podemos asignar un
juicio moral a la elección. ¿Pero y los que no pueden elegir? ¿Los que no
PUEDEN, están condenados a ser juzgados como indignos? Claro que la frase no
dice el por qué ni las circunstancias de nada de esto, pero es una implicación
obvia y odiosa.
Pero vamos a terminar diciendo una cosa muy simple. ¿Por qué la frase
está construida así, por qué eligió esas palabras? Por UNA sola, sencilla - y
estúpida - razón: no porque sea verdad sino porque es Pegajosa. Es fácil de
recordar y eso es todo lo que importa. Hace referencia al movimiento de los
Indignados en España - que fue la versión hispana del Occupy en Nueva York - y
la usa para contrastarla fonéticamente con los Indignos, los Enemigos, el 1%.
Pero el juego fonético es todo lo que hay. Si esta frase fuera
trascendente, podía traducirse a cualquier idioma sin perder su mensaje. Veamos
el inglés:
- The
Unworthy and the Outraged
- The Undignified and the Incensed
Um, no. Ambas son traducciones
viables, pero ninguna es ‘catchy’, ninguna se haría viral. De hecho ambas
traducciones dicen cosas sustancialmente diferentes, usando dos diferentes
significados de ‘indigno’ y de ‘indignado’. De modo que esta frase, que se
refiere al Mundo, es para consumo en lenguas romances de preferencia
(indigne/indigné en francés; indegno/indignato en italiano), pero otros
revolucionarios en ciernes, que se busquen sus propias aliteraciones: en
alemán, el par de unwürdig/empört no queda tan bien, y los ucranianos que están
de moda, tampoco lo tendrían tan pegajoso con el contraste nehidnym/obureni. Los
chinos, ese “pueblo oprimido” por excelencia en el imaginario
occidental, no encontrarían siquiera
sentido alguno en poner Bu Pei y Fen Nu en la misma oración.
Me dirá el lector que estoy
exagerando al llevar esta deconstrucción al límite absurdo, y que estoy
ignorando el punto esencial de la frase. A lo que le diría: Uno, sí estoy
exagerando, por supuesto. Dos: el punto esencial de la frase es crear división
y explícitamente negarle dignidad a un “enemigo” vagamente definido. Y en esa
vaguedad de definición se encuentra toda su perversidad.
VIDEO DEL DÍA
TODO está en la manera de presentar las cosas. El Resplandor (The
Shining, 1980) es una de las mejores películas de terror-suspenso que ha
habido, pero ¿qué pasaría si el corto nos lo presentaran escogiendo ciertas escenas no tan
tensas, y con una música más ligera? ¿Podríamos creer que se trata de una comedia romántica?
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