Una pregunta que me hacen de forma recurrente es si “le creo a los chinos.” Aquí hay mucho qué desempacar así que vamos por partes.
Hay que entender que la crítica mezcla dos cosas que deben verse por separado: las cifras absolutas y el control de la epidemia.
Así que las preguntas de hecho son dos:
1. ¿Crees en las cifras?
2. ¿Crees que la epidemia está controlada?
Las respuestas son: “No precisamente”, y “Sí, definitivamente”. Veamos.
¿Cifras? ¿A cuáles nos referimos?
En febrero 11 hice un recuento extenso de las críticas a las cifras, y en marzo hice la distinción entre lo que pasó en Hubei y el resto del país.
Entender estas dos cosas es esencial para saber que, dentro de la provincia de Hubei, donde se concentró el grueso de la epidemia, las cifras seguramente no son exactas y todavía falta tiempo de investigación forense para saber datos más precisos. A mediados de abril se hizo un ajuste de decesos de +30% y es probable que más adelante se revise de nuevo la cifra. Antes he mencionado estudios que se han hecho en muchas regiones y que han encontrado que el subregistro de muertes va desde un 30% en muchos países de Europa, hasta un radical 600% en Rusia. El factor de corrección en China probablemente quede entre esos dos extremos.
Ahora bien: fuera de Hubei, en el resto de China las cifras sí parecen ser muy confiables porque en esencia Hubei quedó absolutamente aislada, y los casos que salieron temprano fueron tan pocos que fueron identificados y tratados muy rápido. Esto debido a que la limitación de movilidad se hizo de forma muy drástica, había muchas pruebas disponibles y la recomendación era ir de inmediato a las clínicas para poder hacer atención temprana. El resultado fue poquísima dispersión y muy baja mortalidad. Otra cosa es que esos resultados en el resto del país, son consistentes con otros resultados observados en la región, como Taiwan, Corea, Mongolia y Japón.
Esto es: que en efecto varios lugares han logrado tener números similares, con estrategias más o menos estrictas. En otras palabras, observando las estrategias en todos los lugares, no es consistente aceptar los números de Hong Kong ó Taipei, y desconocer los de Shanghai y Beijing.
Así que la contestación resumida a la primera pregunta de las cifras es: en Hubei es probable que deban ajustarse; en el resto de China, sí, son bastante confiables.
¿La epidemia se controló?
Aquí la respuesta es más sencilla y es un contundente SÍ, sin duda alguna.
Para afirmar esto, no hay más que ver la evolución de las políticas públicas a lo largo del tiempo. El endurecimiento extremo de las medidas en febrero, la posterior relajación en marzo y abril, y la vuelta a la normalidad desde mayo son perfectamente consistentes con las fases de descontrol y de posterior contención y normalización. O sea, que el ascenso y descenso de la curva epidémica sí se dio en las fechas que observamos, independientemente de si los números mismos sean exactos o no.
Desde mayo hemos visto un sinnúmero de fotos y videos de cómo la vida cotidiana se ha restablecido, así como la actividad laboral. Los puntos que siguen siendo muy controlados son las fronteras y los hospitales y hoteles especiales para asilamiento de casos importados. Fuera de 3 rebrotes en sendas ciudades durante el verano, los datos de contagio local son prácticamente 0, y estos datos son consistentes con las políticas públicas.
Así que, de nuevo:
— es probable que las cifras de Wuhan y Hubei sean más altas que las reportadas,
— es muy probable que las cifras del resto del país sean bastante confiables, y
— sí, la epidemia está controlada en este momento.
La última afirmación no descarta, desde luego, que pueda haber más problemas en el corto plazo, con la próxima temporada de invierno y la paulatina apertura de fronteras.