sábado, 11 de abril de 2020

Las Leyes de la Estupidez 2.0


Para Macario S.
En 1976, el historiador de economía Carlo Cipolla publicó un texto corto que se convirtió en un clásico: Las Leyes Fundamentales de la Estupidez Humana. Es un texto muy atractivo y en resumidas cuentas, postula los siguientes cinco principios:
(1)    Siempre, todo el mundo subestima el número de estúpidos en circulación.
(2)    La probabilidad de que determinada persona sea estúpida es independiente de cualquier otra característica.
(3)    Un estúpido es una persona que ocasiona pérdidas a otra persona sin que él se lleve nada o incluso pierda.
(4)    Los no estúpidos siempre subestiman el poder dañino de los estúpidos.
(5)    Una persona estúpida es lo más peligroso.
Lo leí hace mucho tiempo y me encantó en aquel momento, pero releyéndolo hoy, estoy en desacuerdo fundamental con el maestro Cipolla, así que aquí explicaré por qué y, dejando la humildad de lado, propondré mi propia alternativa para la forma de considerar esta parte tan importante de la conducta humana.
Antes de hacerlo, dos cosas: primero, Cipolla veía su ensayo medio en serio y medio en broma; y aunque él mismo lo consideraba “un panfleto”, tiene más sutileza y utilidad que la que voy a explorar aquí. De hecho, mi crítica va más bien en contra de cómo se le toma popularmente.
Y segundo: le ruego a mi lector que relea los cinco postulados con un poco más de detenimiento y vea si puede encontrarle fallas.
¿Listo?
Empecemos.

La definición
De los cinco principios, el número 3 (la “Regla de Oro”), no es un principio, sino su definición de estupidez. Su criterio es eminentemente económico y medible: un criterio de pérdidas y beneficios y se ejemplifica gráficamente poniendo definiciones de personas en cuatro cuadrantes:
Así, tenemos a los Inteligentes, los Bandidos, los Incautos y los Estúpidos, dependiendo de si causan beneficio o pérdida a sí mismos y a los demás. Es un modelo muy sencillo y útil para modelar acciones en entornos macro, y en especial en economía. La definición en sí misma no es problemática, porque el concepto de “Beneficio/Daño” se puede extrapolar con facilidad fuera de lo económico: a temas éticos, ambientales, etc.
La objeción
El problema que veo es la definición de personas, en vez de definición de acciones.
En otras palabras: en lo que estoy en desacuerdo con el modelo es en la definición de categorías inamovibles. En el texto, dice que “Uno es estúpido de la misma forma en que es pelirrojo, o de un grupo sanguíneo determinado.”
Lo que esto genera, por supuesto, es separación y desdén: una partición de Estúpidos vs. No Estúpidos. Por supuesto, nadie se clasificaría a sí mismo como la primera; y si te clasificas como la segunda, te hace sentir bien y te da licencia para sentirte mejor que otros.
La solución
En mi texto Contra la Estupidez hago una definición más general y, cabe decirlo, más empática, de esta cualidad:
Estupidez es Ignorancia + Obstinación: o sea, no sólo ser ignorante (eso todos lo somos) sino, dada la oportunidad, rehusarse a salir de esa ignorancia y seguir actuando de la misma forma. Pero la estupidez no es algo que somos sino algo que cometemos. Esto es, algo en lo que constantemente caemos pero que podemos esforzarnos por evitar.
Así, la definición es de Acciones Estúpidas, no de Personas Estúpidas.
Traducido a la gráfica de Cipolla, quiere decir que nuestras acciones constantemente se mueven de uno a otro cuadrante, dependiendo de situaciones externas e internas de cada quien. En esta figura muestro una situación más o menos ideal:
Esto es, que la mayor parte de las veces tomemos acciones inteligentes, algunas veces andemos de bandidos, otras pocas de incautos, y sólo muy pocas de estúpidos.
El bienestar emocional, el desahogo económico, la ausencia o presencia de situaciones críticas, y muchas cosas más, hacen que esas acciones caigan con mayor o menor frecuencia en cada cuadrante.
Así que aceptemos primeramente que no somos inteligentes ni estúpidos ni bandidos por definición, sino que tratamos de que la mayor parte de las veces nuestras acciones sean inteligentes. Pero salirnos de ese cuadrante de cuando en cuando, es inevitable.
Modelo nuevo: Estupidez 2.0
Estos son los principios propuestos:
(1)  La estupidez es mezcla de ignorancia y obstinación.
(2)  Una persona realiza acciones, que pueden ser estúpidas o no.
(3)  La cantidad de estupideces cometidas permanece constante (en individuos y en sociedades) mientras no cambien las circunstancias.

Los primeros dos ya los he explicado arriba; el tercero vale la pena que lo veamos con más detenimiento.
¿Cómo sería, en este nuevo modelo, la representación gráfica de las acciones que vimos arriba en los cuadrantes? Pues de esta forma:
Hay un espectro continuo desde acciones totalmente estúpidas hasta acciones brillantes y benéficas, y en circunstancias ideales desearíamos estar así, por arriba de esa línea negra.
Entre más ignorante y obstinada sea una persona o una sociedad en cierto momento, veríamos esa concentración de puntos rojos (las acciones) bajar y acercase más a esa “línea crítica” que causa desgracias constantes por continuas malas decisiones.
Pero no es sólo la ignorancia y la obstinación: bajo estrés, también un individuo o una sociedad bajará su promedio y veremos cosas así.  
Los tres peligros
Tenemos entonces que los Tres Peligros, o sea las cosas que nos hacen cometer estupideces, son la Ignorancia, la Obstinación y el Estrés.
La primera es la más fácil de vencer: la educación, formal e informal, está ahí para eso.
La segunda es mucho más difícil, pues implica la capacidad de autocrítica y la apertura de mente para saber que constantemente estamos mal informados o equivocados.
La tercera es la más peligrosa: el estrés, la tristeza, el desconsuelo o el pánico nos orillan a perder la presencia de ánimo que normalmente tenemos. Como individuos nos puede llevar a decisiones aberrantes y temerarias; como sociedad, a catástrofes de largo alcance.

Dejo aquí esta pequeña propuesta para evaluarnos, no como genios o idiotas por definición, sino como obras en constante progreso.

Atentamente,
Alguien que ha cometido todo tipo de estupideces.

    

3 comentarios:

  1. Me encantó, definitivamente sentí alivio al ver que soy normal, y lo que más me agradó, es darme cuenta que por ser una persona que no es obstinada, porque me gustan los cambios, resulta que es una cualidad!!.
    Gracias!!

    ResponderEliminar
  2. Al ver cómo la sociedad comete errores que creíamos superados, a veces pienso que vivimos una Era de Estupidez.

    ResponderEliminar
  3. Se me ocurre adecuar este modelo para atender la indisciplina en las escuelas.

    ResponderEliminar