viernes, 1 de agosto de 2014

Imágenes de todos los días en China (6)




¡Y regresa de nuevo, después de un hiato prolongado, la sección favorita de divulgación cultural china! Para los que acaban de llegar al blog y no saben de qué hablo, aquí están la Parte 1, Parte 2, Parte 3, Parte 4, y el Menú Surrealista.

Sin mayor preámbulo, vamos a ver. Primero, una típica librería china en verano. Hay muchas formas de huir del calor infame, pero una de las preferidas de jóvenes y familias, es meterse a la librería y ponerse a leer. Y agarrar lugar en donde se pueda:
 

Una cosa que tienen muchas librerías es esta “mesa de práctica de caligrafía”.  No se necesita más que un botecito con agua y una brocha, para practicar los caracteres chinos sobre la madera. ¡Y no hay que desperdiciar papel!:



Pero luego sales a la calle y no te puedes escapar de la triste realidad: no todo mundo se educa. Eso de respetar la vialidad nomás es una cosa que no se les da naturalmente. Ahí está un fulano recargándose en un letrero de No Recargarse, y sí, el de la derecha está hablando por teléfono en mitad de la calle, VIENDO DIRECTAMENTE al carro que quiere pasar. Pero pues hay que esperar a que el señor termine de ordenar sus fideos:


Pero bueno, dejemos de lado la primitivez de cierta gente y veamos la hipertecnologización (voy a mandar esa propuesta a la RAE) que por otro lado está creando nuevos comportamientos. Muchos, antes de venir a China, se imaginan a la gente en la calle con sombreros triangulares, y luego se sorprenden cuando ven esto:



Hasta en los lugares más insospechados, como una academia de artes de aruitectura tradicional:



Vemos a un viejo maestro de pintura:



… ¡con su super Mac en el escritorio! 

Decir que China es una tierra de contrastes es quizá un poco cliché, y bueno cualquier cosa humana está definida por los contrastes. Pero la definición aplica en China porque lo provoca este periodo acelerado de apertura por el que está pasando desde mediados de los 80, en que lo tradicional (muy tradicional), lo hipermoderno y lo extranjero se combinan de forma curiosa, y a cada paso. Por ejemplo estas señoras:



Haciendo tejidos tradicionales entre varias (cada manta se tarda de 3 a 4 meses), no están en un rancho dejado de la mano de Dios, donde nomás van los turistas a tomar fotos, sino que están a una cuadra de esta panadería:



y sí, tienen un pan estilo francés que sabe tan rico como se ve. Y si caminamos un kilómetro más hacia el centro encontramos una tienda de Cartier con esto:



Por si no alcanzan a apreciar (o a comprender) tantos ceros, el reloj de Dalí que está a la derecha, cuesta ¥ 590,000, o sea USD 98,000.  Y el anillo con un diamante que parece un pedazo de vidrio agarrado de la calle después de un accidente, cuesta ¥ 3,350,000 que son USD 560,000.  Y sí, se venden.  O sea que sí, de todo hay como en botica. Y luego están las cosas híbridas que son las más graciosas, ese querer ‘adaptar’ ideas extranjeras, que aún no da resultados consistentes. Y como Prueba A:



Eso es un poster de, um, er… ¿un cantante de música country? Parece country, pero de hecho es un cantante de música pop china ochentera. Que si vemos que la música pop actual suena como al Festival OTI 77, imagínense la de los 80s. 

Otras ocasiones en las que los intentos de verse moderhnos terminan en FAIL, es cuando le quieren poner un nombre en inglés a las tiendas, para hacerlas más ‘chic’. A veces les ponen cosas como:



Slavery.  Y venden cosméticos.

No me pregunten.  Debe haber por ahí alguna meta-lógica por la que se llegó a esa marca.
Pero luego hay cosas inclasificables que uno encuentra totalmente al azar. Como por ejemplo, esta creación que alguien dejó ahí en la ventanilla del banco:



Aquí más cerca:


Quiero suponer que alguien se aburrió mientras el cajero le procesaba su pago de la tarjeta, y se puso no sólo a hacer una especie de avioncito, sino a decorarlo con llamas y nubes y dejar su pequeña obra de arte para disfrute de otras personas, porque todos los que nos acercábamos a la ventanilla tomábamos el papelito, pero todos lo volvíamos a dejar ahí.

Son las delicias de las pequeñas cosas que a veces hacemos sin más motivo que, hacerlas.

Y como un post de “Imágenes de China” no puede estar completo sin traducciones graciosas, aquí hay dos. La primera es un error inocente en Starbucks:


que a cualquiera le pasa. Pero como estamos en el tema de los contrastes, la segunda es una burrada hardcore:


星家盛世, el nombre del lugar, se pronuncia Xīng jiā shèng shì, y se podría traducir algo así como “Casa de Espíritus de las Estrellas”. La verdad es que no tiene tampoco mucho sentido. 

Pero “Huay Bsey Rusal Pesioy” no es ni la pronunciación china, ni mucho menos una traducción; parece más bien que a alguien le dio un ataque epiléptico mientras estaba en el teclado tratando de escribir el título; o también como el siguiente nombre artístico que va a usar Prince.

Pero si no es la segunda, aquí ya pido primis para usarlo como nombre de mi grupo de rock.

Bueno, por lo menos sí pusieron bien el WELCOME.




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