Para Rebeca R.
Como traductor, esta cosa de agarrar una frase en un idioma y hacer que sea entendible en otro es un tema muy cercano a mi corazón. Eso de que “el traductor es mitad traidor” (traduttore traditore) es, digamos, mitad cierto. La frase fue inventada en el siglo 14 por los italianos que estaban escandalizados por lo que ellos juzgaban malas traducciones de Dante al francés, pero básicamente se puede aplicar desde la piedra de Rosetta.
Cuando uno traduce cosas sencillas y
claras —como manuales técnicos— no hay mucho problema; los dolores de cabeza
aparecen cuando se traduce literatura, porque hay que devanarse los sesos para realizar
un balance entre mantener fielmente el significado, y al mismo tiempo tratar de
aproximar en el idioma final los ritmos o particularidades estilísticas del
escritor.
Pero bueno, ese es un tema de debate para
los profes de universidad. Que ellos se ocupen de Shakespeare y Cervantes; aquí
vamos a hablar de Wolverine y de Terminator, que aunque pueda parecer
intrascendente, como reto de traducción
es igual —o peor— de complejo. Vamos a ver por qué, y concentrándonos en la
traducción más típica para estos casos, que es del inglés al español.
Los títulos de películas y programas de
TV, así como los nombres de personajes de ficción, son extremadamente difíciles
de traducir. Realmente, muchas veces se crea, más que se traduce. Esto es
porque una idea expresada en un idioma X, tiene una carga cultural y un bagaje
idiomático que si se traduce literalmente, puede sonar absurdo ó estúpido en el
idioma final.
Seguido nos quejamos de que en México y
España se traducen los títulos de películas de forma más bien extravagante,
pero es que pongámonos a ver ejemplos:
Y… ¿Dónde Está el Piloto? es como se conoció en México la comedia
Airplane! (1980), y en España se llamó Aterriza Como Puedas. Nos podemos quejar y
decir que ninguna de ellas es ni remotamente una traducción, sino un invento,
pero ¿qué hubiera pasado si se traducía como ¡Avión! ? Pues que hubiera sido una traducción correcta pero un título pésimo.
En general el inglés
tiende a lo abreviado y el español a lo explicativo: una cosa que funciona perfecto en un idioma, no lo hace en el otro. Y además, en EUA las
películas siempre se han promocionado mucho más que en México, de modo que el
críptico título de Airplane! no era obstáculo para que el público supiera que
era una comedia, porque había una intensa precampaña en televisión. Mientras, en los 80s en México sólo teníamos unas miserables
páginas en el periódico que no decían mucho, porque los posters venían
compactados a 2 por 5 centímetros.
Ambas soluciones en español me parecen muy
buenas: sin siquiera ver el poster, son títulos que sugieren comedia, y ambos
tuvieron muchísimo éxito.
El problema vino después, porque este tipo
de películas de parodia se hicieron muy populares, y los creadores de títulos
en español se hicieron extremadamente perezosos.
Sí, todo eso pasó. Y los
títulos originales eran Young Doctors in Love (1982), The Naked Gun (1988) y Repossessed (1990). O sea que por diez años estuvieron exprimiendo el “¿Y Dónde Está … ?”
hasta que se hartaron.
Exactamente lo mismo pasó con Police
Academy (1984), bien traducida como Loca Academia de Policía, pero que luego también
se usó para otras películas no relacionadas, como por ejemplo para traducir Hot Shots (1991) como Loca Academia de Pilotos. Aunque por lo
menos en México nos vimos más recataditos que los españoles:
Dejaron el título original, añadiendo el subtítulo: La Madre de Todos los
Desmadres. Esa imagen no tiene Photoshop. Disfrútela.
Y ahora metámonos a lo grueso del tema,
que es: España contra México para traducir inglés. Esta es una conversación que
he tenido muchísimas veces con amigos españoles; y claro que ambos tratamos de
convencer al otro de que lo nacional es lo mejor, y ambos echamos mano de ejemplos infames del otro lado e ignorar olímpicamente los ejemplos propios. Y por supuesto que es lo que voy a hacer ahora :D
SUPERHÉROES.
Hay veces que de plano es mejor no traducir.
Supermán, Batman y otros personajes así, son mejor dejarlos tal cual, pero no
hay una regla general. Por ejemplo nosotros decimos el Hombre Araña —quizás
porque quienes primero tradujeron consideraron que el nombre en inglés era un
poco difícil— pero en España se dice Espíderman. Así con E, claro. Digo, no la escriben, pero así
la pronuncian.
Ahora veamos un ejemplo importante:
Wolverine.
¿Lobezno? ¡¿LOBEZNO?! A quién se le ocurre semejante cosa, por el
amor de Cristo. Vamos a dejar una cosa bien clara, esto es un Wolverine:
En español se llama Tejón, o Glotón. Y esa
es la razón por la que en México se prefirió dejar el nombre en inglés: porque la
verdad esas palabras no le van muy bien a un superhéroe hiperviolento, aunque
ese sea el animal en el que está inspirado (es un animal pequeño
pero violento en extremo, y no huye de ningún enemigo por más grande que sea).
¿Cómo diablos Lobezno?!!!!! Me imagino que así fue la decisión:
- ¡Manoloooou, que tenemos que traducí er nombre de un tal Wolverine! ¿Tú sabes qué coño es eso?- Hombre Paco, pues en inglé, el Wolf es un lobo. Así que Guolberín debe ser un lobo pequeñín.- Vale, pues le ponemos Lobezno y ya está. A ver, ¿qué sigue? Coño, ¿qué cosa es un Daredevil?- Joder.
LOS MUPPETS.
Parecido a algunos superhéroes, en México se decidió dejar el
nombre original, quizá porque ya sonaba lo suficientemente gracioso/extraño.
Mientras tanto, en España…
OK, Los Teleñecos. Se entiende. Muñecos de
la Tele. Como dije al principio, quienes hacen este tipo de creaciones tienen
que tomar en cuenta la cultura más aún que el significado. Y claro que no le
pusieron Beto y Enrique a la pareja ambigua:
…aunque uno hubiera imaginado que les iban
a poner Manolo y Venancio, no Epi y Blas. Pero bueno, pasa también aunque nos
parezca raro en México. Lo que sí pasa la línea de lo raro y llega a
territorio de "no puede ser" es:
La Rana GUSTAVO.
¿Cómo Gustavo? Por las barbas de
Archibaldo (que en España se llama Coco), ¿Gustavo? ¿Qué no saben que lo más sencillo para nombrar este tipo de
personajes es la aliteración o la onomatopeya? En inglés se llama Kermit, que suena como el sonido del croar. La aliteración y la rima se usan para un sinfín de personajes infantiles: Rana René, Leoncio León, Magilla Gorilla… ah, pero no. La Rana. Gustavo.
Wow.
DOBLAJES.
En doblajes de películas me podría pasar
una tarde entera, pero vamos directo a un ejemplo que no tiene perdón de Dios.
Quiero que el lector imagine, si puede, mi experiencia cuando vi Terminator 2.
Fue una experiencia surrealista, porque la vi en España, el año que se estrenó:
1992. Y en España TODAS las películas se exhibían dobladas.
Nadie había visto nunca efectos
especiales tan impresionantes, pero mi quijada no sólo estaba abierta de ver al
T-1000 metamorfosearse en metal líquido, sino de escuchar a Schwarzenegger
decir cosas como “Tranqui, capullo” en puro acento madrileño. Aún así, nada, NADA
me había preparado para escuchar la versión de la Madre Patria de una de las
frases más famosas del cine.
Sayonara.
Baby.
Cuando salí de la película, las preguntas
que me pasaban por la cabeza eran las que le pasaban a todos, más una adicional:
- ¿Cómo diablos hicieron que el T-1000 pasara a través de las rejas?- ¿Cómo hicieron la escena de los gemelos?- ¿Cómo crearon el metal líquido que el T800 puede atravesar con el puño?…- ¿POR QUÉ DIJO SAYONARA BABY????????????!!!!!