Este es un correo electrónico que recibí ayer y que me entristeció pero al mismo tiempo me dio esperanza de que cada vez se genera más conciencia de esta situación. Al final doy mi respuesta a la carta y luego hago un llamado a mis colegas en donde quiera que estén:
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Buen día, estimado maestro.
Soy J, una simple madre de familia con una gran preocupación: ¿cómo lograr que las matemáticas sí se hagan amigas de los alumnos de secundaria?
El día de hoy después de acudir a una reunión de padres para conocer el diagnóstico de inicio de curso, escuché una conversación ajena: el regaño y la poca empatía de la profesora de matemáticas hacia una madre que deja a su hijo cada semana en el albergue de la secundaria porque debe viajar más de dos horas desde una ranchería para llegar al pueblo.
Escuchar que el alumno debe poner de su parte, debe prestar atención, debe hacer la tarea, debe entregar trabajos y que claro, todo eso es parte de su deber. Pero si para estos estudiantes las matemáticas han sido un eterno sufrimiento ¿cómo cambiar esa realidad?
Y si le escribo mal intentando explicar todo esto, es que yo lo he leído y escuchado y me parecería fenomenal que para estos alumnos y en especial a los que viven en un albergue cuatro días a la semana, porque sus padres obviamente desean un futuro prometedor para ellos, tuvieran un maestro que les haga ver que en verdad, como usted dice, las matemáticas son sus amigas.
Usted conoce el gran problema educativo en México y por eso me atreví a escribirle ¿Qué se puede hacer? ¿Existen asociaciones, grupos de matemáticos o tutores que puedan apoyar? Sé que es difícil intervenir en el sistema educativo pero seguro algo, por pequeño que sea, se puede hacer.
Sé que en este caso no es mi problema, pero no podía dejarlo pasar porque no se puede olvidar la mirada de esa madre, que el día de hoy da todo para que su hijo entienda eso que los maestros quieren que aprenda.
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Querida J:
yo solo no tengo la respuesta, pero sé que somos muchos y cada vez somos más, quienes vemos esta situación y la hacemos nuestra. Sé que hay muchísimos educadores y divulgadores que, cada quien en su pequeño entorno, están tratando de hacer más, de agregar algo, como dices, por pequeño que sea.
Queridos colegas, educadores y divulgadores de las matemáticas y de la ciencia:
¿Cómo hacemos más? ¿Cómo hacemos la divulgación más visible? ¿Cómo hacemos para que las redes existentes se hagan más potentes? Y sobre todo, ¿cómo hacemos para llegar más lejos, a esos niños y a esos padres que menciona J? Tenemos a nuestra disposición una miríada de herramientas, ¿cómo hacemos para usarlas a su máximo potencial?
Esta es una invitación abierta a crear más redes de divulgación.
#LasMatematicasSonTusAmigas
#CienciaParaTodos
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