lunes, 26 de agosto de 2019

La incompetencia ciega



Hay algo mucho peor que la incompetencia y es la incompetencia acompañada de soberbia: el creer que se sabe, aunque se es un completo ignorante y los resultados están a la vista.
Enumeremos algunos puntos que, si no es porque estamos ya casi embotados de tanta tontería, serían cualquiera de ellos, suficientes para descarrilar la imagen de cualquier presidencia:
  1. Un presidente que ve obvios problemas en la macroeconomía y en sus indicadores, y en vez de consultar y desarrollar una política contracíclica (de las que existen muchos y probados ejemplos, que los expertos conocen y saben usar) se pone a acusar a la iniciativa privada de malas prácticas. Incluso se pone a darles órdenes (“sugerencias”) de cómo actuar en sus empresas.
  2. No sólo usa a esos chivos expiatorios fuera de su círculo, sino que dentro de su misma administración ataca rutinariamente a quienes tratan de hacer las cosas bien: descalificándolos, contradiciéndolos, corrigiéndolos como si fuera más experto que cualquiera de ellos en sus respectivos temas.
  3. Al ser confrontado con datos duros e indiscutibles, preparados por su mismo gobierno, simplemente o los desestima y dice que no son tan importantes, o de plano que no son ciertos, que lo que él ve en sus giras y hablando en sus arengas es lo que es la verdad verdadera. Ya no digamos si los datos son presentados por los medios, que ya muchos por definición son hasta “enemigos de la gente.”
  4. Hablar literalmente en una realidad alterna, y muy especialmente como si el mundo exterior no existiera en absoluto; como si los compromisos internacionales, el comercio y los tratados no tuvieran peso alguno en la realidad económica del país.
  5. A pesar de que varios de sus oficiales traten de decir o hacer las cosas bien, el presidente se va por la libre a diario y concentra en sí mismo todas las decisiones de todos los temas, dando de repente declaraciones que a sus mismos subordinados toman por sorpresa.
  6. Dar signos claros de que, no contento con todo lo anterior, va a seguir estirando la liga, permitiendo dichos cada vez más nefastos de sus más radicales aplaudidores, y él mismo proponiendo acciones que son claramente inconstitucionales y para las que no tiene facultades.
Nada de esto augura nada bueno. Es una película que ya hemos visto muchas veces en la historia.
Esta ignorancia supina y la absoluta incapacidad de aceptar que se ha cometido ni el más mínimo error es, desde luego, la marca de la administración de Trump.
¿O a quién pensaba que me refería?


VIDEO DEL DÍA
Este es el video en donde se menciona todo lo expresado en este post:


No hay comentarios:

Publicar un comentario