Sí que hay transformación
cuando un ganso se hace pato
y no dedica ni un rato
a utilizar la razón:
Cada solo pensamiento
lo ocupa en locas quimeras,
ya marxistas sesenteras,
ya castillos en el viento.
Daría pena si lo hiciera
recluido en un asilo,
pero siendo presidente
es terror, y estar en vilo.
¿Qué no tienen aliciente
sus serviles cortesanos
para darle algún consejo?
No son más que besamanos.
Ser inmortal es su presea
y seguro así será
mas no como él desea:
ni dudar que quedará bien fijado en la memoria
pero sólo como horror.
Aprendamos del error
para no repetir la historia.
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