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“Falso de toda falsedad” es una frase
correcta.
Pero es un calificador, no un enfatizador;
y tampoco implica una doble negación, como podría parecer. El problema y la
confusión radican en cómo ha llegado a escribirse, y para dilucidar este
misterio, tenemos primero que abordar una trascendente pregunta relacionada:
¿Cuánto dura un santiamén?
Un santiamén, me dirán, impíos, que dura
muy poco, que dura sólo un instante, y que no hay más que decir del tema.
Pero si entre ustedes hay alguien, devoto
como yo (y en especial de San Quilmas Petatero), de inmediato tendrá en la
mente todas las veces que, ante una situación espeluznante, se ha persignado
rápidamente para alejar cualquier demoníaca influencia. ¿Cómo se persigna uno? Pues
“En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, amén.”
Ahora bien, en una situación terrorífica
igual no podemos darnos el lujo ni tenemos la presencia de ánimo de hacer las
pausas prescritas en esa oración. Se nos olvidan las comas, vamos. Y por un
bien conocido proceso lingüístico de simplificación de sonidos, llegamos a la
conocida contracción que proviene del final de la oración: “...
delespíritusantiamén.”
Ese es el lapso de
tiempo que dura un santiamén. Nadie lo ha expresado aún en femtosegundos, pero
espero que algún científico emprendedor tome la asignatura pronto.
El mismo fenómeno de contracción se aplica
a nuestra frase en cuestión, en donde una “Y” que era un conectivo en el original,
se dejó de lado para fundirse con la “O” final de “falso”. Esto es, que la
frase primigenia era “falso y de toda falsedad”.
Y como todo en este mundo tiene que ver
con la poesía, esa frase es otra simplificación, de las que frecuentemente
vemos en sonetos en donde cantamos nuestros amores y en donde omitimos palabras
implicadas que son fácilmente entendibles. En este caso, la palabra
sobreentendida es un “ES” al principio. O seáse:
“es falso y de toda falsedad”
De modo que aquí tenemos el porqué esta
frase no es un enfatizador al modo de “falso, completamente falso”.
De hecho, aquí vemos dos usos distintos de
la palabra falso, que es lo que nos conduce a la otra confusión, la de pensar
que existe un doble negativo:
- el primer FALSO está usado en su
significado común: NO VERDADERO.
- el segundo, FALSEDAD, se usa en su
acepción de IMPOSTURA ó ENGAÑO. Actuar con falsedad.
Afirmar algo falso, no es lo mismo que
actuar con falsedad. Veamos dos ejemplos:
Pongamos soy una persona
completamente ignorante (en sentido descriptivo, no peyorativo) y alguien me
dice que las vacunas provocan autismo y que es mejor la homeopatía. Con esta información
recién adquirida, voy más adelante y la repito. Si la persona que me escucha
sabe del tema, me dirá: lo que afirmas es falso. Y si tiene
paciencia, me sacará de mi error. Pero en esta instancia no estoy actuando con
falsedad.
Si, por otro lado, yo afirmo que las
vacunas causan autismo y es mejor la homeopatía, y al mismo tiempo sé
del tema y tengo un negocio de homeopatía, entonces estoy actuando con
falsedad. Estoy afirmando algo falso a sabiendas.
Después de todo esto, vemos que la frase “es
de toda falsedad” significa, dicho en una forma florida, que estoy diciendo
mentiras: que estoy actuando con doblez.
De modo que ahí lo tenemos: FALSO DE TODA
FALSEDAD es una contracción de una frase más larga y más matizada, que quiere
decir:
"Lo que afirmas es falso, y es de
toda falsedad afirmarlo".
O sea: lo que dices no sólo no es verdad,
sino que estás actuando de mala fe al afirmarlo, porque sabes que es falso.
QED.
Buena explicación. Didáctica y amena.
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