Regresamos con una de las secciones favoritas del blog: el humor
involuntario (y a veces espeluznante, como veremos hoy) de las escenas de la
vida diaria en China. Para los que se hayan perdido las entregas anteriores,
aquí están la Parte 1, Parte 2 y Parte 3. Y sin más presentación, pasemos a las
imágenes:
¿Es eso lo que parece? Sí, sí, es un termostato. Y sí, son grados
centígrados. Es el termostato que indica la temperatura del agua en el tanque
que está en el techo de la casa, y que se calienta con la luz del sol. Este
verano fue el más caluroso en China desde que se empezaron a llevar registros
confiables de temperaturas (por 1860) y esa fue sólo una muestra del infame
calor que tuvimos que soportar. Lo bueno es que no gastábamos casi en gas,
porque el caldo ya salía directo del grifo, sólo había que agregar los fideos.
Salgamos de la casa para ver…
Ah, el típico anuncio en el pizarrón con gises de colores. Seguro ya
llegamos al bar por una cerveza bien fría. Pero no…
Ese pizarrón tan colorido está anunciando los nuevos servicios
financieros en la sucursal local del Bank of China. Creo que con el calor
playero decidieron ponerse más a tono. Bien, pues llego después del banco al
aeropuerto, porque tengo que hacer un viaje relámpago, me voy a pasar por la
librería a ver qué está bueno para leer en el avión.
Como vemos, China no es ya tan diferente. Ese libro de ahí es
exactamente lo que parece, un libro de superación personal, con una foto del
equivalente chino de Alex Dey. Y lo que escribe es más o menos igual de ridículo.
Bien, olvidemos el libro. Llego a mi destino y una vez en el hotel, me dedico a
ver la comunicación con el huésped.
Es bien sabido que en China hay un problema muy serio de fumadores y de
hecho el gobierno se ha estado dando a la tarea de crear consciencia. Ahí
arriba hay dos ejemplos: un cigarrillo satánico, y otro advirtiendo que es
patriótico no fumar. ¡Van por buen camino! Creo.
OK, llego al cuarto y veo, um…
Una advertencia un tanto surrealista de no poner cosas pesadas en el
vidrio. Bueno, no parece ser más que un error de dedo como hay tantos. Ahora
sólo me falta peinarme un poco antes de bajar a la junta…
Oooookey. Ese es ni más ni menos que el espejo del baño del cuarto.
Quizá es para huéspedes particularmente entusiastas de anime japonés. En
fin.
Bajando por el elevador me encuentro un anuncio del restaurante del
hotel, que por supuesto ofrece una de esas traducciones magníficas que no
podemos nunca dejar de incluir:
¡Arroz con bacteria huang! Yeah.
Me monto en el taxi y veo la típica pantalla para el pasajero, que es
una excelente forma de pasar el tiempo, donde puede uno ir viendo
recomendaciones de restaurantes, espectáculos, lugares turísticos, etc.
Esto en sí no me llama mucho la atención - ya estoy acostumbrado a
verlos - sino que saber
…que Kenny G todavía existe. Wow.
Y bueno al final la junta fue todo un éxito, ahora regreso al hotel pero
usando el metro en lugar del taxi. En la estación de metro hay montones de
anuncios, como en cualquier otra. Entre ellos:
No, no es un anuncio de un concierto de Slayer, aunque así parezca (o a
la mejor sólo soy yo), sino un anuncio de una tienda de electrónicos que
anuncia cupones de descuento. Cupones
metaleros, quiero suponer.
Y bueno ya de regreso a casa, llego hasta el sexto piso que es donde
vivo, me trato de relajar después del viaje, veo por la ventana…
… y veo al Hombre Araña limpiando ventanas.
VIDEO DEL DÍA
El ‘Super Café’ es una serie de videos
donde Superman y Batman se dedican a hablar de sus aventuras, de sus enemigos,
de otros superhéroes y de cuanta cosa extraña se les cruza por la cabeza. ¿Hace
falta decir más?:
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