Después de mucho cavilar, he encontrado la razón por la que los cientos de miles de muertes no le tocan el corazón al gobierno:
Los números simplemente no les dicen nada, no les hacen sentido.
10 mil, 100 mil ó un millón, de niños, adultos y médicos, son sólo números sin significación política que puedan traducir correctamente a su marco teórico mental.
¡El problema es que para fines prácticos, les estamos hablando en ruso, o en chino! Por eso, propongo una nueva medida para que puedan entender con claridad lo que está pasando, y tomen cartas en el asunto:
La unidad se llama Ayotzinapa, se abrevia Az, y equivale a 43 muertes.
Una unidad mayor es el kilo-Ayotzinapa (kAz) y equivale a 43,000 muertes.
Así, podemos decirles:
Que en números oficiales, en México el Covid ha causado 7166 Ayotzinapas, o bien 7.2 kilo-Ayotzinapas; pero que la cifra real se acerca más bien a:
15,500 Ayotzinapas, o bien ¡15.5 kilo-Ayotzinapas!
Eso sí les puede abrir los (políticos) ojos y ayudarles a dimensionar las cosas de mejor manera.
Además, esta cuarta ola está causando entre 7 y 18 Ayotzinapas diarios, ha habido 7 Ayotzinapas de niños, y en total llevamos como 50 Ayotzinapas de personal médico.
Y eso es simplemente de Covid, pero también podemos traducir las muertes violentas, que en 3 años han alcanzado más de 2.3 kilo-Ayotzinapas.
Otra útil e interesante unidad de medida, pero en este caso para la cantidad de infecciones, sería el MegaVotio (MVt), que equivale a 1 millón de personas. Así, les podemos decir que las cifras oficiales de infecciones son de 5 MVt, pero que en realidad se acercan más a un número bien conocido en la ciencia electoral: 30 MVt, que antes se pensaba que era una constante pero que ya se ha descubierto que no lo es.
¿No es así mucho más claro?
Bueno, a la mejor para usted y para mí no tanto, pero para quienes tienen un esquema mental más sintonizado a la visión del mundo de la administración actual, seguro que sí.
Los números fríos y genéricos que usted y yo vemos y que nos horrorizan así tal cual, pueden, traducidos a esta nueva unidad de medida, finalmente hacer que se derritan sus corazones, hagan cálculos que sí entienden muy bien, y se apliquen con la mayor celeridad a mejorar estrategias. Y todo en virtud de una sencilla y clara traducción a su lenguaje.
Ojo, que las muertes en sí mismas seguirán sin inmutarles, pero sí su traducción a un hecho político entendible y explotable.
Traduciendo se entiende la gente.
Gracias por buscar traducir la tragedia que vivimos todos los días, para que nuestros gobernantes y sus seguidores a ciegas, la entiendan.
ResponderEliminara primera vista parece sarcasmo cruel, pero el mensaje político puede ser contundente ...
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