Es increíble que en muchos países occidentales, las medidas sanitarias más básicas para enfrentar el peor desastre de salud de nuestras vidas, se hayan convertido en una guerra cultural.
¿Qué es una guerra cultural? Simplificando: cuando hay dos ideologías en un país (frecuentemente dos partidos políticos) y cualquier cosa que sugiera uno de ellos, por más razonable que sea, es descalificada en automático por sus adeversarios. Estados Unidos es un ejemplo paradigmático de esto: “conservadores contra liberales” que se han pasado décadas atacándose sin sentido en todo tipo de temas, desde los muy espinosos como el aborto, hasta los que no deberían ser controvertidos en absoluto.
Por ejemplo, usar mascarillas y en general, seguir los lineamientos recomendados por médicos y especialistas, para que no nos muramos de forma innecesaria en esta pandemia.
Sin haberlo visto, uno podría preguntarse qué posible objeción se le podría poner a algo tan simple y obvio, pero ya lo hemos visto: el “ataque a la libertad” del individuo. Es algo absurdo e inenarrablemente estúpido, pero ahí está, y no sólo ahí está sino que ha causado cientos de miles de muertes innnecesarias de manera directa.
El tribalismo sigue siendo una de nuestras emociones y motivos más fuertes, y por supuesto sigue siendo explotado sin misericordia por líderes desalmados.
Un ejemplo reciente que me llamó la atención es un episodio protagonizado por Arnold Schwarzenegger. Viendo estas discusiones necias, Mr. Terminator subió al internet un video hablando de tanta idiotez y llamando a cooperar para contener al virus. También dice atinadamente que no se trata de “coartar la libertad” así como si estuviéramos hablando de un tirano persa del siglo 6 antes de Cristo, no: se trata de seguir las reglas. Reglas como cualquier otra que tenemos para convivir en sociedad y que están pensadas para la seguridad y la conveniencia de todos, como las reglas de tránsito o las reglas de cortesía.
Seguro nadie dice, “¡me están coartando mi libertad, yo me paso todos los semáforos en rojos que quiera!”
Seguro tampoco nadie dice, “¡me están coartando mi libertad, yo entro encuerado al Jungle Jim en mitad de una fiesta de cumpleaños!”
Pues esas cosas que parcen tan elementales, causaron revuelo por una frase en especial:
Mr. T-800, un poco exasperado (como estamos muchos) ante la tozudez y falta de empatía de la gente, dijo la siguiente frase:
“Screw your freedom!” (Que se joda tu libertad).
Por supuesto si estamos viendo el video completo y entendemos el contexto, sabemos que lo que está haciendo es aclarar que no se debe confundir el restringir conductas riesgosas para todos, con ELIMINAR LA LIBERTAD DE LA RAZA HUMANA.
Pero como la gente no escucha ni quiere escuchar, desde luego empezaron a atacarlo como un fascista, un déspota y un tirano que quiere esclavizar a la humanidad. O sea más o menos como si fuera Skynet, o el Agente Smith.
El escandalito ha seguido dando de qué hablar ya que una empresa decidió retirar su patrocinio, de un evento de fisicolculturismo organizado por Schwarzenegger. Claro que están en libertad de hacerlo, pero no están en la libertad de torcer palabras para justificarlo. La ofendidísima empresa publicó este comunicado:
"We elected to discontinue support due to Arnold’s comment, ‘Screw Your Freedoms.’ With the global influence Arnold beholds we find that ideology dangerous and anti-America and community."
¿Se ve la diferencia? Es tan sólo una “s” pero cambia alevosamente todo el sentido de la frase:
Decir “Screw Your Freedoms” es en efecto “Que se jodan tus libertades”, así en plural, aludiendo a las libertades más generales y elevadas del hombre. Y por si no queda claro, añade que eso es “anti americano”, una frase favorita de burros radicales. Además, la está separando del contexto en el que la frase se dijo inicialmente. Aquí el momento completo:
“There is a virus, it kills people and the only way we prevent it is, we get vaccinated, we wear masks, we do social distancing, wash our hands all the time, and not just think, ‘oh my freedom is kind of being disturbed here.’ No, screw your freedom. Because with freedom comes obligations and responsibilities.”
“Hay un virus que mata gente, y la única forma de evitarlo es vacunarnos, usar mascarillas, hacer distanciamiento social, lavarnos las manos, y no pensar ‘oh pero como que me están molestando mi libertad.’ No: que se joda tu libertad, porque con la libertad vienen obligaciones y responsabilidades.”
Vivimos tiempos interesantes y peligrosos.
Esto de tergiversar las palabras de alguien es tan viejo como el lenguaje mismo, pero nunca habíamos tenido al alcance las herramientas para hacer que todo mundo se enterara al instante de todo. Nunca ha sido más importante ser cuidadosos con nuetras palabras y, si queremos refutar un argumento: argumentar derecho, sin trampas.
Cientos de miles de vidas se han perdido innecesariamente por estas trampas, es nuestro deber reconocer el peso de nuestras palabras.