Shi Nai’an (c. 1296-1372, Dinastía Yuan, principios de Ming) es el autor de A la Orilla del Agua, una de las cuatro grandes obras de la literatura clásica china. En el prefacio a dicha obra, el maestro Shi habla así del arte de conversar libremente con sus amigos:
“Cuando puedo reunir a todos mis amigos en casa, sumamos dieciséis. Es raro que podamos estar todos juntos a la vez, aunque, es aún más raro que ninguno venga.
“Cuando vienen, no empezamos a reflexionar y discutir de inmediato. Bebemos algo si se nos antoja y nos callamos si se nos antoja, porque el placer está en la naturalidad de la conversación y no en su estructura ni en el vino que la acompaña.
“No hablamos de política: la corte está muy lejos y lo único que alguien como nosotros puede escuchar son rumores; y hablar de rumores en un desperdicio. No hablamos de las faltas de los demás: nadie tiene sino diversos grados de avance en el entendimiento del mundo, de modo que es un desperdicio criticarles. No decimos cosas para escandalizar, y nadie se escandaliza.
“Por otro lado, queremos encontrar formas en las que otros puedan entender lo que discutimos. Esto no siempre es posible, porque las cosas que discutimos son de las profundidades del corazón, y la mayoría de la gente está siempre muy ocupada para escucharlas.”
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