Así que esto es lo que se siente ser un asesino. ¡Oh, esto es lo que se
siente ser un loco, un demente! Ah... es maravilloso. Cosas a las que sólo
podía acceder como se accede a ver animales en un zoológico. No, no más. Yo...
yo he cruzado la línea. En realidad el momento en sí no fue nada difícil, no...
tal vez todo ese tiempo anterior de preparación, de tortura más bien... ¿cómo
pude estar alguna vez en aquel lado? Pero lo más exasperante es que no lo
comprendan, estúpidos, ciegos. ¿Es que podía permanecer por más tiempo de aquel
lado, contemplando esa miserable inmundicia y mediocridad? No, no... ahora me
veo, a ese yo que ha muerto ¡para bien! Tan sólo una semblanza triste y
ridícula de lo que soy aquí.
Y en vez de otra cosa, en vez de intentar aprender - ¿pero cómo les
podría explicar? - me ponen una camisa de fuerza. Esclavos, imbéciles. Creen
que esto es privarme de la libertad ¡ellos no tienen idea de lo que es la
libertad! Piensan que me pueden contener, ¿cómo podrían contener el viento? Yo
puedo imitarlos, tarde o temprano... el tiempo no es problema, en algunos años
los convenceré de que estoy listo para regresar a su idiota sociedad,
pero ¿a quién podría preocupar eso? Yo he cruzado la línea, nada me
puede llevar de vuelta a ellos, no, no importa cuánto traten.
Telares. 3, 2 (Hilo rojo)