domingo, 10 de noviembre de 2024

Gaza: las tres preguntas que debes hacerte

 

Han pasado 400 días desde que empezó el horrible conflicto en Gaza. Es un tema muy triste y sí, tiene mucha complejidad y muchas aristas. Pero aquí está la cosa: la complejidad y las aristas no pueden borrar ciertos criterios básicos para que podemos discutirlo.

Así que aquí pongo tres preguntas ético-filosóficas que toda persona debe necesariamente responder si quiere discutir el tema, porque debe tener una postura básica clara, no acerca del conflicto en sí, sino acerca de cosas más generales que aplican en todo caso.

Las preguntas no son complejas: son de SÍ o NO, y no tienen ninguna trampa en absoluto. Éstas son:

 

PRIMERA PREGUNTA

¿Existe la posibilidad de que Israel, como Estado, cometa crímenes? Esto es, ¿sus funcionarios e instituciones pueden cometer actos criminales?

 Sí / No

 

SEGUNDA PREGUNTA

¿Puede existir una crítica negativa válida hacia Israel, en el sentido de criticar sus políticas y la conducta de sus funcionarios e instituciones?

 Sí / No

 

TERCERA PREGUNTA

¿Las leyes y convenciones internacionales aplican a Israel, de la misma forma que aplican a todos los demás estados del mundo?

 Sí / No

 

Mi postura es ésta: la respuesta a cada una de esas preguntas es un inequívoco.

Y agrego: si alguien contesta NO a cualquiera de estas preguntas, se descalifica de toda discusión seria de este tema, de forma automática y absoluta.

 

Esto es evidente, porque si hacemos las mismas tres preguntas acerca de literalmente cualquier otra nación, es claro que no existe razón alguna para contestar en negativo.

Si a mí como mexicano se me hacen esas tres preguntas acerca de México, me parece obvio que en efecto, México puede cometer crímenes, se pueden hacer críticas negativas válidas y sí, las convenciones internacionales deben aplicar a mi país como a cualquier otro. No me siento ni mal mexicano ni mucho menos anti-mexicano por pensar eso, como un estadounidense, un italiano o un australiano tampoco tienen por qué sentirse malos ciudadanos por criticar a sus propios países, ni sentirse anti-X por criticar a países cuyas acciones observan.

La única forma en la que una persona puede contestar NO, no se basa en ignorancia: aún si alguien no tiene idea de lo que está pasando en Gaza porque ayer despertó de un coma, ante esas tres preguntas en referencia a cualquier nación, debe contestar con un SÍ a la tres.

Contestar NO implica convicciones excepcionalistas, y el excepcionalismo se basa o en fanatismo llano o en la hipocresía más deplorable.

Las respuestas son SÍ, SÍ y SÍ.

 

 

 

 

viernes, 4 de octubre de 2024

El héroe y la fantasía

 


La maravillosa Ursula K. LeGuin (1929-2018), famosa por sus novelas de ciencia ficción especulativa, también escribió una hermosa serie de libros de fantasía con magos, dragones y tierras exóticas. Sin embargo la primera historia que hizo, A Wizard of Earthsea (1968), en donde construye su mundo, fue un encargo de sus editores. Ella al principio no quería tomarlo, aventurándose en un estilo que hoy llamamos “young adult” (YA) que no le era familiar y del que además criticaba su narrativa altamente formulaica.

Sin embargo cedió ante la insistencia y creó el mundo de Earthsea, un archipiélago en donde la magia y lo sobrenatural están siempre presentes, pero las historias son íntimas y humanas, dejando de lado las épicas comunes de este tipo de libros.

Años después, en un comentario a una edición completa de las historias de Earthsea, doña Ursula habló de lo que la motivó a aceptar ese primer encargo y trastocar el género. Para empezar, casi todos sus héroes son de piel morena y oscura, y esto fue un problema desde el principio porque por varios años ninguna editorial se atrevió a poner a un personaje así en la portada, disfrazándolo o haciéndolo perderse entre imágenes de castillos, magos y dragones. Cuando por fin salió una portada poniendo en primer plano al mago Sparrowhawk de Gont, ilustrado con piel bronceada por Ruth Robbins, ella dijo que esa “era la primera portada verdadera”.

Pero hay mucho más en lo que hizo, y aquí está su comentario acerca de cómo se acercó al oficio de la fantasía, y sus reflexiones acerca de las razones y las esencias mismas que se agazapaban detrás del género en su tiempo:

“Mi cuento tomó su propia dirección, dejando de lado la tradición de qué es lo que hace a héroes y villanos. Los cuentos de héroes normalmente colocan a un héroe justo frente a un villano malvado, en una guerra que el primero casi siempre gana. Esta convención es tan común que es algo que se da por hecho: por supuesto que la fantasía heroica se trata de buenos y malos en esa eterna Guerra del Bien Contra el Mal.

“Pero en Earthsea no hay guerras. No hay soldados ni ejércitos ni batallas. No hay nada de ese militarismo heredado del ciclo artúrico y que para hoy es casi obligatorio, dada la ubicuidad de juegos de guerra en la fantasía.

“Mi mente no funciona en términos de guerra; mi imaginación se rehúsa a meter por la fuerza a un campo de batalla todos los elementos que hacen una historia interesante: el peligro, el riesgo, el reto, el valor. No encuentro interés alguno en un héroe cuyo heroísmo se reduce a matar enemigos, y detesto las orgías bélicas de nuestros modernos medios visuales: la matanza mecánica de incontables batallones de demonios vestidos de negro, con dientes amarillos y ojos rojos.

“La guerra como metáfora moral es limitada, limitante y peligrosa. Si reduces las posibles acciones a un simple “guerra contra...” cualquiera que sea la cosa, estás creando una división del mundo entre Nosotros (los buenos) y Ellos (los malos) y reduces la complejidad ética y la riqueza moral de la vida a una simple dicotomía de Sí/No; un interruptor de Encendido/Apagado.

“Esto es pueril, engañoso y degradante. En un cuento, esta actitud evade cualquier solución que no sea la violencia, y no ofrece al lector otra cosa que explicaciones infantiles. Con frecuencia el héroe de esos cuentos se comporta de manera indistinguible del villano, actuando con violencia irreflexiva. Pero como él se encuentra “del lado correcto”, será él quien prevalezca. La narrativa es que la razón le da la fuerza, pero es más bien que la fuerza le da la razón, cuando lo único que hay en la mesa es la guerra. Por eso no juego esos juegos.

“En A Wizard of Earthsea, el mago Ged debe primero saber qué es su enemigo real, debe encontrar qué significa ser él mismo. Y esto requiere no de una guerra sino de una búsqueda, de descubrimiento. Tal búsqueda lo lleva a través de peligros, pérdida y sufrimiento, pero su victoria no es la victoria del final de una batalla, sino del principio de una vida nueva.”

 

 

miércoles, 18 de septiembre de 2024

Gaza: el archivo

 

Lista de artículos que he publicado acerca del genocidio de Gaza:

 

El caso de Sudáfrica contra Israel

Al pan, pan y al genocidio, genocidio

Los antisemitas

“Aquí no hay inocentes”: retórica oscura

El lenguaje más vil (Retórica Oscura, resumen)

Israel y sus voces 1: los funcionarios

Israel y sus voces 2: profesores y escritores

Israel y sus voces 3: la historia

Israel y sus voces 4: dejar la ceguera

Gaza: las tres preguntas que debes hacerte


Otros (alegorías):

Los cuentos que se cuentan

Genocidio y otros crímenes

El zafarrancho en el barrio